viernes, 1 de julio de 2016

¿Lo leerá alguien?


Ya es muy serio empeñarse en valorar los fuegos artificiales electorales en términos de “ganadores” y  “perdedores”como si eso fuera la clave para mejorar el mundo  en lugar de dedicar la mitad de ese esfuerzo conjunto en entender y buscar alternativas que mejoren nuestra vida y la hagan más feliz para más gente.

Por eso me duele más que quienes decían que se empeñaban en recoger el importante malestar social que cristalizó en el 15 M vayan derivando en esto, como han venido haciendo los partidos de toda la vida tras cada elección.

Claro que si te empeñas en pensar y ejercer de que “has nacido para ganar elecciones” ya has perdido de antemano como encauzador de ese malestar. Para mí que Unidos Podemos no están siendo derrotados por nadie que no sean ellos mismos.

Ni siquiera en estos tristes días hemos visto una victoria de la España de la derechona que tan cómoda resulta como comodín explicativo. Al fin y al cabo de los 700000 votos más del PP respecto del 20D,  cerca de 400.000 fueron restados a Ciudadanos y otros 300.000 fueron provistos por otros caladeros (abstencionistas en su mayoría). En conjunto el “bloque conservador” PP-Cs sólo obtuvo 300.000 votos más. Dolorosísimo si, escandaloso, después de todo lo que hemos vivido en los últimos años, pero  sociológicamente no es gran cosa si pensamos que son “una minoría del 23%” de los 34 millones de los que tenían derecho a voto (sin contar con los inscritos en el exterior).En este, pais como en cualquier sitio también hay gente que no le van mal las cosas y defiende sus intereses y población envejecida que no va a cambiar mucho y menos si le llevan a votar.

Ya sé que Unidos Podemos tuvo un millón cien mil votos menos que lo que sumaban Podemos, las confluencias e IU en las pasadas elecciones del 20D. Ya sé que ese millón cien mil votos salía en todas las encuestas previas de los medios de desinformación masiva ¿ Y ?

Estrategias de los que preparan las elecciones como si eso cambiase el mundo. Eso solo quiere decir que en términos electoreros uno de cada cinco que decía o nos contaban que decía que estaba dispuesto a votar  a Unidos Podemos decidió quedarse en casa o dedicarse a otras actividades o cambiar de papeleta.

Los polipajólogos nos dirán que la confluencia ha sido un fracaso, que si IU no suma, que el liderazgo de Pablo resta, que asusta al electorado moderado, que una parte de los electores de un partido (Izquierda Unida), que ha rozado varias veces el extraparlamentarismo, no se sentía cómodo con la campaña de Errejón), o que tanta #sonrisadelaabuela y tanta bandera de España han acabado dejando de lado al votante tradicional de izquierdas. Nos pueden decir que algunos no fueron a votar por pereza, cansancio de tantas elecciones o porque hacía mucho calor. Que otros no acudieron porque para votar “socialdemocracia” mejor dejar gobernar al original, que la confluencia no convencía porque era una chapuza cerrada en despachos sin primarias ni validación democrática,…. Y así un largo etcétera extendido en todas direcciones. Pero toda esta casuística, que a la postre resulta infinita, sólo puede interesar a los aprendices de director de campaña, a los expertos en análisis electoral y a aquellos partidos que se interpretan a sí mismos según los marcos de la política convencional.

Yo prefiero pensar en términos distintos a la mercadotecnia electoral. Y más en un país y en un pueblo en el que en la lógica electorera desde hace un año parece que los votos a Podemos crecen como por arte de magia potagia.

Pese a ese enorme número de personas que ha votado aquí UP, me preocupa enormemente que , se diga lo que se diga con palabras, lo hacen como los votantes de cualquier otra fuerza política , votan a un proyecto político de cuya construcción hemos sido testigos privilegiados, que ha crecido como opción real de gobierno únicamente porque se ha sabido montar sobre una ola de cambio, importante pero minoritaria, hecha por una multitud de movimientos salidos antes y después del 15M y de una lógica de comunicación en red que opera a través de canales que no dependen de los medios de comunicación convencionales.
Pero en realidad desde hace mucho mucho tiempo una parte mayoritaria de ese espacio permanece muy poco activo o inactivo en lo que se refiere a verdaderos proyectos de cambio en la vida de todos los días. Vivimos como siempre y votamos a Podemos.  

Podemos está teniendo mucho de “política experta”, de ir a la moda , de “ a ver si estos cambian lo que otros no cambian”. Mucho activismo de Facebook y mucho menos compromiso a través de trabajo diario y de vivir la vida de otra manera.

Propongo un pequeño viaje en el tiempo, al menos cinco años atrás, cuando, a finales de junio el 15M estaban levantandose las acampadas de las plazas al grito de “lo llaman democracia y no lo es”. En aquel entonces, el movimiento rehuía de la construcción de liderazgos personales, defendía una política horizontal y amateur, y tenía en el centro de sus preocupaciones incluir al mayor número de gente común. La aureola inicial de Podemos en sus primeros tiempos, cuando se declaraba como un partido “anticasta”, se debió a que fue un calco político del 15M, que se expandía según el mismo patrón de proliferación de círculos locales y de replicación en redes.

Pero enseguida, tras la emoción inicial de ver (vernos) con gente que hacía tiempo no nos veíamos juntos en estas guerras, empezó a asomar como un partido más, con su dirección oligárquica por arriba y unos círculos donde se hacían las cosas como siempre y en muchos casos conducidas por los mismos que se la habían pegado en guerras de partidos de otros tiempos y algunas personas que se acercaban curiosas y con ganas de cambio. Hasta ha habido notables trifulcas por el poder interno.

De aquella franja del 15-18% de expectativa voto, de la que hablaban los medios de distracción masiva en la primavera de 2015 , el auge de las candidaturas municipalistas en muchas ciudades, y algunos pueblos , con formas de comunicación, implicación y organización más próximas al 15M, volvieron a elevar el techo electoral. Creo que el recuerdo de las mismas fue lo que empujó también las posibilidades de Podemos, cuando el 20D obtuvo sus mejores resultados en votos allí donde fue en “confluencia”.

Pero creo que es un espejismo, que ya no quedaba mucho de ese impulso social distribuido. Y esta historia de ir de campaña electoral en campaña electoral está haciendo el resto. Empezamos a oir hablar de “rojigualdas”, de la “patria”, de la moderación, de la estrategia para gustar a mas gente, de la “socialdemocracia”, de la sonrisa , en fin, campañas de partido que solo dependen del partido y triunfalismo dirigido exclusivamente a recuperar la representación. Durante esta orgia electorera Podemos ha prometido esencialmente dos cosas: (uno) que podían  ganar las elecciones y (dos) que con el gobierno en su mano darían cumplida respuesta a las exigencias de cambio. Y así las cosas esto no está siendo sino un narcótico para bastante gente que en el fondo entiende  política como representación (elijo al que me arregle mis cosas). Y no digo que por maldad alguna sino por falta de otra experiencia , por necesidad de creer o por buena fe. Y ojo que el problema de los narcóticos suelen ser las resacas.

Pero si queremos que de esta salga algo bueno no se puede seguir en las misma claves de siempre: generando expectativas hacia la política representativa , generando la ilusión de que la vida puede cambiar haciendo prácticamente lo mismo a diario, jugando "a la politica" de campaña en campaña  (y ojo que aquí tenemos otras elecciones nada mas venir de vacaciones el que vaya),ejerciendo la delegación en un grupo inteligente y capaz de desencallar lo que solo la “gente” con su esfuerzo es capaz de hacer por sí misma….pero sin la “gente” y sin política que vaya más allá de los expertos y de la lengua de palo de los políticos profesionales. En esto no hay proyectos de cambio real.

Ya comenté antes de las elecciones que las claves para ir avanzando, despacito por supuesto, y sin pretender asaltar los cielos, debieran de ir por:

- Hacer una apuesta por la autogestión en cada una de las tareas comunes que acometamos, autogestión real que suponga relaciones horizontales y libres entre la gente y por supuesto apoyo mutuo y acción directa para mejorar las cosas que nos propongamos en común. Eso y no otra cosa es la democracia que tiene sentido en estos momentos.

- Seguir intentando la confluencia de iniciativas ciudadanas y de las organizaciones que tengan estas características, frente a la fragmentación y el sectarismo que se revelan en tantos lugares.

- Procurar el acercamiento , y dar el máximo protagonismo, a las personas que sin saberlo ni anunciarlo practican en sus vidas de manera vivencial y espontánea el apoyo mutuo y la autoorganización para mejorar la vida.

- Intentar anchar en nuestro entorno los espacios de cooperación y voluntariado ya existentes y procurar mantenerlos autónomos y  a salvo del clientelismo de los poderes establecidos y sus malas prácticas. Estimular su federación y acrecentar su dimensión de confrontación con el sistema de vida que ordena el dinero y los poderes. 

- Pelear para que se extienda la conciencia de lo que significa el colapso del sistema, y hacerlo desde la perspectiva de la crítica del ideal de crecimiento que está latente en nuestra forma de vivir, de la necesidad de buscar formas de vida cada vez más sencillas, saludables y austeras y de la desmitificación  de lo que supone el activismo a través de las redes sociales y el uso gilipollas de muchas de las tecnologías que se nos ofrecen.

7 comentarios:

Nacho Rubio dijo...

Ya ves jubileta descreido,no refunfuñes, yo me lo he leído.

Y corrigiendo a Pablo diría que el problema no es saber porque se han perdido un millon y pico de votos el problema es haber perdido el rumbo y buscarlo en la demoscopia y en la politologia.

Anónimo dijo...

No estoy del todo de acuerdo.Los resultados oficiales de las elecciones generales colocan a la abstención como opción electoral claramente mayoritaria y ganadora.

Seguramente son muy variadas las causas de esta abstención. Pero lo cierto es que el número de personas que han optado por ella representa un tercio del censo electoral –exactamente, el 33,84%- y asciende a más de 12 millones -12.357.017-, cifra muy superior a los votos -7.906.185- obtenidos por el primer partido (PP).

Censo: 36.518.100

Abstención: 12.357.017 // 33,84

PP: 7.906.185 // 21,65

PSOE : 5.424.709 // 14,85

Podemos+IU : 5.049.734 // 13,83

Ciudadanos : 3.123.769 // 8,55


que no se te pase que el censo electoral -36.518.100- incluye tanto a los electores residentes en España -34.597.844- como en el extranjero -1.920.256-. Sobre este censo, el número total de votos emitidos ha sido de 24.161.083 (frente a los 25.349.824 de las elecciones del 20 de de diciembre) .

Como puede observarse:
+La cifra de ciudadanos que han optado por la abstención aumenta en 1.283.701.
+El Partido Popular (PP) incrementa su número de votos en 669.220.
+El Partido Socialista (PSOE) pierde 120.606.
+Unidos Podemos (Podemos+IU) cae en 1.089.760.
+Ciudadanos desciende en 390.759.

Con estos datos en la mano, el incremento de la abstención (1.283.701) parece provenir fundamentalmente de los votos perdidos por Unidos Podemos y PSOE (entre ambos sufren una merma de 1.210.366), mientras que el aumento del PP (669.220) se debe al trasvase de votos desde Ciudadanos (390.759) y otras formaciones políticas menores de centro-derecha.

Juancar dijo...

Mira las trampitas "legales" que se permiten algunos con el dinero de la corrupcion:

http://www.elmundo.es/cronica/2016/07/03/57779fc0ca4741301d8b4609.html

Para reirse de lo que somos como masa y no parar.Para estos es como vender cualquier cosa: coches, yogures, seguros,etc.

Como tu sueles decir: Como para creer en las elecciones con lo poco que sabemos y lo que nunca nos contaran.

Anónimo dijo...

Ya y mientras nos la metian , la hucha de las pensiones se ha quedado en 25.176 millones de euros -un 2,3% del PIB español-, frente a los 66.815 millones que tenía cuando llegó el PP al Gobierno, en 2011. Es una de las tanganazas mas gordas y silenciosas que recuerdo junto con el recate a los bancos.
¿Qué os parece la gestión de "los maestros" de la gestion?

Anónimo dijo...

Que no pierdan el tiempo con teorías paranoicas de pucherazo. En las urnas es casi imposible hacer fraude con miles de interventores y apoderados de todos los partidos.
El "fraude" se da antes, es el capitalismo con una hegemonía cultural de los que mandan que lo llena todo: desde el cine hasta el teatro, la música, cada momento de la vida contidiana... que hace que te dirijan el voto hacia posturas conservadorisimas ya sea de su pata derecha como de su pata izquierda. Para los de derechas derechas esta 13TV, la COPE e Intereconomia y para los progres está "La sexta noche" y "Salvados".
Luego las semanas antes de las elecciones se manipulan unas encuentas para movilizar el voto de derechas ante el "peligro bolivariano" y ya tienes al PP avanzando.

El PP no necesita hacer tongo fisico el dia del recuento cuando tiene todos los aparatos del Estado para crear opinión a su servicio desde la gran mayoría de medios hasta todas las empresas de encuestas. Si las actas de recuento que tienen Unidos Podemos no concuerdan con los resultados oficiales que lo denuncien.Pero yo diria ¿Que estaban haciendo los apoderados e interventodres de Unidos Podemos durante el recuento?

Anónimo dijo...

Son todo enormes maniobras de distracción social.Le han vuelto a tomar el pelo a la población.

Anónimo dijo...

Hay una gran cantidad de españoles y españolas que han mirado para otra parte, se han tapado la nariz o simplemente han recurrido a uno de los refranes más casposos de la lengua castellana: "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Y de la misma han dado su voto, como si nada, a una banda de corruptos que han magreado millones a espuertas del erario público, mientras nos pedían a los de a pie esfuerzos y sacrificios para sacar el país adelante. También queda otra sección de población que ha hecho caso al discurso del miedo o de las amenazas: que vuelve el frente popular, los comunistas y los extremistas y entonces nos van a llevar a la ruina, porque luego los mercados se enfadan y nos van a dejar a dos velas.

Tambien queda otro tipo de votantes que se creen todo lo que les cuentan y dan por bueno que esos próceres de la patria están mejorando el paro, nos están sacando de la ruina y están muy preocupados por los servicios a los ciudadanos. De ese terreno la derecha sabe arrascar una buena cantidad de votos aprovechándose de su bajo nivel cultural y del espíritu de sumisión a los caciques, a los señoritos, o a los personajes importantes del momento, que aún anida en alguna generación. Recuerdo que al principio de la transición algunos compañeros gallegos, encofradores cobrando miserias a 45 horas semanales, estaban convencidos que había que votar a "D. Manuel -Fraga, claro-, porque era paisano suyo y mandaba mucho". Es doloroso comprobar que aún estamos en las mismas.


Lo que ya me deprime ha sido comprobar que el PP ha ganado en todas las autonomías excepto aquí y en Cataluña. Siento como que me están echando de España. Me cuesta sintonizar o sentirme parte de una población que, en su mayoría, no está dispuesta a mirar a su futuro y le cierra las puertas a las nuevas generaciones. Aunque siempre he exigido la autonomía que nos corresponde a los vascos por nuestros derechos, nunca me he sentido identificado con la ideología nacionalista, ni me ha parecido una bandera a seguir el independentismo. Resulta que, si seguimos así, voy acabar pidiendo la independencia de Euskadi, no por abrazar el trasnochado sabinianismo o las consignas machaconas de los Bildu, sino porque quiero salir por patas de un país que huele a rancio. Y qué mejor manera que la independencia para no tener que moverme de la tierra que amo y en la que tengo mis raíces y mi vida. Hay que ver qué vueltas da la vida. Mira por dónde van a tener razón en mi caso aquellos que dicen que el PP está siendo una máquina de crear independentismo.