¡Que sábanas tan sucias cuelga el vecino en el tendedero...! -Le comentó una mujer a su pareja- Igual le debiera de recomendar que cambie de marca de jabón o enseñarle a lavar mejor.
Su pareja la miró sin decirle nada a pesar de que ya le había repetido algo parecido desde hacía una temporada . Lo mismo una y otra vez cada vez que veía, a través de la ventana, al vecino tendiendo la ropa.
Unos días más tarde, la mujer se sorprendió al ver al vecino tender unas sábanas blancas, inmaculadas. Y le dijo a su marido que por fin el vecino había aprendido a lavar la ropa. ¿Le habrá enseñado otro del portal? -le comentó-.
No. -Le dijo él- Hoy me he levantado temprano y he limpiado los cristales de nuestras ventanas.
1 comentario:
Ya lo creo que pasa.
Publicar un comentario