domingo, 3 de enero de 2016

De campaña en campaña hasta el colapso.


En este 2015 recién  terminado, el año donde todo cambiaría, hemos andado en un sin parar de campaña electoral en campaña electoral desde aquellas elecciones municipales de la primavera. Y cada campaña electoral, por más que nos hayan  acostumbrado  y ya nos parezca una parte más del paisaje, son millones y millones de energías y de dinero de la gente, empleados en una única dirección. En cualquier sistema con recursos limitados, esto implica que otro montón de necesidades queden sin abordar y una porrada de recursos queda hipotecada en esto en lugar de ayudar a la transformación y mejora de la vida diaria.

A parte de la contaminación mental y acústica propiciada por los medios de distracción masiva, miles de personas, seguro que henchidas de buena voluntad, dedican también horas y esfuerzos a este juego de tronos y esto tampoco es moco de pavo. Cantidades importantes de los presupuestos del estado se dedican también a sostener indirectamente todo este teatrillo ya que el dinero que los partidos políticos emplean en todo esto les es abonado de nuevo por el estado en función de los votos  y los cargos finalmente obtenidos en las elecciones. Demasiada tentación para que los partidos hagan análisis no interesados.

Con todo, la parte gorda del pastel son todos los gastos de preparación del proceso electoral por parte del  estado en todos sus niveles: materiales para las votaciones,  instalaciones, tiempos de miles de funcionarios dedicados a esto,  sueldos y dietas,...  y en fin, energías mil dedicadas por tantas personas y medios de distracción, en un proceso que se está haciendo dolorosamente continuo.

Según los propios partidos , solo en esta última campaña  , ellos han gastado algo más de  35 millones de euros :  Ciudadanos: 4,4 millones ; PSOE : 9 millones ; Podemos 2, 5 millones ; PP: otros 14,5 ; y UP : 2,5 millones más. Esto entre los partidos con mejores resultados.

Después de las europeas en mayo de 2014, llegaron municipales, luego las catalanas, y hace unos días las generales. Tira de calculadora. Y la vida sigue casi igual.  Evidencia de que el voto de la gente poco sirve para cambiar como vivimos. Aquí, nos quedan todavía las autonómicas  en el otoño que viene.  Y canta el “que llueva que llueva” por favor, para  que antes no nos pasen por encima  nuevas catalanas o nuevas generales anticipadas.

Y todo esto para que una vez tras otra, todos los implicados, después de lo que llaman escuchar a la gente , se tiren largas semanas o meses  tras los procesos  mareando a todas las perdices que se dejan , con interpretaciones romas e infantiles sobre los votos emitidos  y escrutando los distintos significados que esos votos pueden tener. Interpretaciones hechas para justificar sus propios intereses o el cromatismo de las gafas que cada cual llevamos puestas, y para seguir manteniendo la imagen o reputación pública a la busca de ganar algunos votos más en las próximas. 

Lo que en comunidades de pequeño tamaño empezó siendo sinónimo de democracia se ha convertido en una rutina cara, en maniobra de distracción, en juegos de tronos entre intereses y poderes poco confesables (porque poco tiene que ver lo que se dice y lo que realmente pasa o piensan o hacen),  y todo ello mientras las verdaderas fuerzas que controlan el sistema que nos tiene así  se frotan las patitas de gusto vista la función continua con la que tienen entretenidos a tanta gente.
Sed fuertes pues,  y que os sea leve, porque si no quitáis importancia a todo esto  (y además de tú lo hace mucha gente), e intentáis en vuestra vida ir a la sustancia de lo que es participar, nos queda a todos mucha tila que tomar para aguantar toda esta pantomima mal interpretada que nos viene. Para los viciosillos de todo esto, pueden ver la serie de ficción "Borgen" . Sus análisis les quedaran genial sin que nuestra vida real tenga que ser una repetición de estas cosas todos los días.

Por cierto, los resultados oficiales, con el 100 por 100 de los votos escrutados, de las erecciones vaginales celebradas en España el 20 de diciembre de 2015 consolidan la abstención como primera opción ciudadana, con dos millones más de personas que el primer partido con más votos:

Censo: 34.720.253 personas.
Abstención: 9.280.429 ( 26,73%)
PP: 7.215.530 ( 20,78%)
PSOE: 5.530.693 ( 15,93%)
Podemos: 5.189.333 ( 14,95%)
Ciudadanos: 3.500.446 ( 10,08%)
Unidad Popular: 923.105 ( 2,66%)


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que con ese espectáculo tan brillante que se traen, cualquiera "pierde" el tiempo ocupándose de los problemas que le ocurren a la gente o en analizar con profundidad por donde tendrían que ir las cosas a futuro y que medidas importantes habría que tomar ahora para acercarnos a lo que quisiéramos.

Anónimo dijo...

Pues parece que vienen más elecciones:JxSí ha cumplido su promesa de mantener a Mas de candidato.La CUP ha cumplido su promesa de no investirlo.Por una vez, todos han cumplido.

Alba Garmendia dijo...

¿Y porque te creías que tanta gente pasa de la política?

Anónimo dijo...

Demasiada opinión y poca acción.

Anónimo dijo...

Toma del frasco lo que le acabo de oir esta tarde al A. Mas sobre el pacto con la CUP: " Lo que las urnas no nos dieron se ha tenido que corregir a través de la negocación"