Más información sobre el país que deja Rajoy.
Por si alguien se pone a pensar un poco sobre estas cosas o tienes tendencia a pensar sobre los derechos perdidos y las fatigas de tantos ciudadanos estos últimos años, desde el mes de junio el gasto publico ha crecido a ritmos no vistos en este país desde los años del Plan E,.
Como se nota que llegan las generales. Tiramos la casa por la ventana para maquillar otras vergüenzas ...y el que venga detrás
que se apañe como pueda.... Después del 20 de diciembre decrecerá a un ritmo aún más vertiginoso
pero mientras los votantes no castiguemos con el voto las mentiras y estas manipulaciones seguirán tratándonos como críos de 6 años.
Pero sobre todo...no olvides todo lo que te han hecho durante estos cuatro años.
Pero sobre todo...no olvides todo lo que te han hecho durante estos cuatro años.
6 comentarios:
A ver si nos espabilamos (aunque tiempo hemos tenido hasta ahora) de cara al día 20 porque como decía una frase que se me quedó hace un tiempo: "He notado que aun la gente que dice que todo está predestinado y que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle."
Asi y todo, la vice mintiendo por todo lo alto , contó esta otra peli delirante:
http://www.eldiario.es/economia/trampas-vicepresidenta-resultados-empleo-cosas_0_460204764.html
Veo que en los últimos días hay muchas quejas en lo que a refiere a la marginación de los representantes de determinados partidos en los debates electorales que organizan los canales de televisión. Vaya por delante, antes que nada, que esas quejas, por muchos motivos, parecen más que razonables.
No me gustaría dejar en el olvido, sin embargo, que en nuestros medios de incomunicación, y no sólo en lo que hace a los debates electorales, hay una marginación tan relevante como la anterior: la que afecta a quienes, tras rechazar el cauce de los partidos, apuestan por la organización desde abajo, desde la autogestión, y prefieren mantenerse al margen de elecciones e instituciones. Hablo de personas que lo común es que conciban las cosas lejos del cortoplacismo al uso y abracen perspectivas que colocan en primer plano la disputa sobre el capitalismo y sus aberraciones, sobre la sociedad patriarcal, sobre el militarizado darwinismo social que nos acosa o sobre el colapso que se avecina.
No me gustaría que se malinterpretase lo que acabo de decir: me limito a constatar un hecho, de tal suerte que no estoy reclamando para los marginados un hueco en la miseria de los medios que tenemos. Creo que, por fortuna, las personas a las que me refiero no precisan de ese hueco. Su horizonte mental y vital es, lógicamente, otro
Cuando España estaba pendiente del debate entre candidatos, Rajoy estaba en Doñana, en reserva natural. Cuando se hablaba un rato en la tele sobre la corrupción, el presidente del Gobierno bien podría haberle enviado un SMS a su vicepresidenta: Soraya, sé fuerte. Mañana te llamo. Las mismas palabras que a Bárcenas. Y a los líderes de los otros partidos podía haberles puesto un 'wassap': cuando queráis nos lo jugamos al futbolín. A los juegos recreativos ha dedicado el presidente un tiempo que no tiene para contrastar sus propuestas con los otros aspirantes a gobernar el país. Qué le vamos a hacer. España es así. Mariano Rajoy juega a que esto se olvida y parece que le va bien, según rezan las encuestas.
Yo no me quiero olvidar de algunos olvidados. Apenas estuvieron en el debate de los candidatos. Por eso, quiero dedicar este artículo a mi amiga Sara. Ella se ha tenido que ir de España y no podrá votar. Sara no forma parte del 6% de españoles, exiliados económicos, que participarán en las elecciones. Ella se queda sin voto y lo considera un pucherazo. Yo también. Sara está entre el récord de personas que han tenido que irse del país mientras nos dicen que la crisis ha terminado. Para el Gobierno, mi amiga forma parte de la “movilidad exterior”; para su familia, es una ausencia y una tremenda impotencia que no pueda votar.
Sara ha cumplido como ciudadana española. Ha currado desde pequeña, ha pagado sus impuestos, ha estudiado dos carreras y sabe tres idiomas. Ha visto cómo la representaba por el mundo un presidente que dice “It´s very difficult todo esto” y que “solo el 1% de los contratos” son precarios en España. Sara se fue de aquí después de malvivir cuatro años enlazando el paro con sueldos basura por meses, por semanas y por días. Le revienta oír que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades o que “la corrupción es cosa del ser humano”. Le repatea que le pregunten al presidente del Gobierno por Rodrigo Rato y responda que no sabe qué decir. Ella no está en España, pero sabe que nos han robado Rato, Bárcenas, los Pujol o los de los ERES. Me cuenta que en Alemania, donde está viviendo, un ministro dimite por escribir copiando una tesis cuando era estudiante. Aquí un presidente escribió mensajes de apoyo al corrupto y no dimite.
Pero Sara, mi colega, ni se rinde, ni pierde el sentido del humor. Comparte piso en Berlín, su padre es parado de larga duración y, por todo lo que estoy contando, ella cree que se ha convertido en el antihéroe de la niña de Rajoy. Así que, anoche, me recordaba aquel memorable discurso de cuando el líder del PP iba y parpadeaba en los debates: “Yo quiero que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo. Quiero que se pueda pasear por todo el mundo sin complejos, porque sabrá idiomas y porque tendrá un título profesional que se cotice en todo el mundo...”.
A Sara le gustaría decirle al presidente que ella ha cumplido su parte, pero no le salen las cuentas. Le han robado hasta su derecho al voto. Si hace falta, se lo dice a Rajoy echando una partida al futbolín.
Que digan los Pperos lo que quieran:
Uno de cada tres niños españoles están en riesgo de pobreza, según la Eurocámara.
Se siguen superando los cuatro millones de parados registrados (y hay menos trabajadores cotizando).
Solo uno de cada seis parados de larga duración cobra algún tipo de subsidio.
La hucha de las pensiones ya va por la mitad.
Debemos ya el 99,3% del PIB.
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