sábado, 28 de noviembre de 2015

La parte buena del hemisferio bueno.



Hemos tenido la suerte de nacer en una parte buena del "hemisferio bueno" de este planeta. Pero ¿estamos a la altura?
Cientos de miles de personas refugiadas siguen recorriendo Europa, ahora sin un rumbo claro y con el frío del invierno en el cogote, porque no nos decidimos a acogerlos de forma abierta por temor de que nuestro nivel de bienestar sea un poco peor si tenemos que compartir con ellos.
Este supuesto peligro para nosotros, son familias enteras como las nuestras huyendo de las barbaridades y de la falta de esperanza. Otro buen montón, son menores no acompañados por sus padres o familiares; otros son padres que han podido salir con lo puesto y vienen con la esperanza de traer luego al resto de sus familias.
En los países cercanos a las zonas críticas, reciben y acogen con precariedad pero más naturalmente a sus vecinos que pasan necesidad.

Vista la ineficacia de todos los gobiernos y que ya no están de moda en los medios de distracción masiva ¿hacemos cada uno de nosotros algo como humanos que somos?

2 comentarios:

Nacho Rubio dijo...

parece que decía Woody Allen aquello de que las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas. Pues eso.

Anónimo dijo...

Razon no os falta.