Hemos tenido la suerte de nacer en una parte buena del
"hemisferio bueno" de este planeta. Pero ¿estamos a la altura?
Cientos de miles de personas refugiadas siguen recorriendo
Europa, ahora sin un rumbo claro y con el frío del invierno en el cogote,
porque no nos decidimos a acogerlos de forma abierta por temor de que nuestro
nivel de bienestar sea un poco peor si tenemos que compartir con ellos.
Este supuesto peligro para nosotros, son familias enteras
como las nuestras huyendo de las barbaridades y de la falta de esperanza. Otro
buen montón, son menores no acompañados por sus padres o familiares; otros son
padres que han podido salir con lo puesto y vienen con la esperanza de traer
luego al resto de sus familias.
En los países cercanos a las zonas críticas, reciben y
acogen con precariedad pero más naturalmente a sus vecinos que pasan necesidad.
Vista la ineficacia de todos los gobiernos y que ya no están
de moda en los medios de distracción masiva ¿hacemos cada uno de nosotros algo
como humanos que somos?
2 comentarios:
parece que decía Woody Allen aquello de que las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas. Pues eso.
Razon no os falta.
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