Para mí el día más hermoso del año es la jornada de reflexión. Me parece bien, además, que, para no perder el hábito, nos obliguen a pensar. Esta mañana, cuando salía de la casa de mi madre, me he encontrado en el descansillo de la escalera a un vecino que lloraba desconsolado. Me ha explicado que no sabía a quién votar. Para reconfortarlo, le he dicho que me pasaba lo mismo. Luego, en la calle, me aguardaba el espectáculo de siempre: gentes mesándose los cabellos, meneando a izquierda y derecha la cabeza, con las manos enlazadas en la espalda... Indecisas, exultantes o desesperadas. Por lo que a mí respecta, me he levantado temprano para reflexionar. Mentiría si dijese que he estado pensando en la autogestión, la democracia directa y el apoyo mutuo. Lo que me ha asaltado una y otra vez ha sido el triste destino que auguro al Eibar -ojalá me equivoque- .Me da que tiene menos futuro que la autogestión y la democracia directa. Que ya es decir.
No.Sí queremos que la vida avance la gente debería de llevar implantados en el cerebro unos chips que exploten cada vez que uno se tire un rato sin reflexionar.
Recuerdo que cuando conocí el Cine Moderno de Ortuella pensé:"como sería el antiguo" porque ya tenía sus años. Recuerdo a su encargado:Basilio Beamonte. Y a su hijo Jose Mari que cuando cerró el Salón Somorrostro de Muskiz pasó a ocupar su puesto dado que ambos locales estaban explotados por la Empresa "Trueba" de Bilbao. Recuerdo a Teodoro el acomodador y al operador de cabina que se apellidaba Iza. El local por dentro estaba bastante acondicionado pues tenía en efecto un patio de butacas tapizadas y una muy aceptable pantalla de Cinemascope. La proyección la daban dos aparatos creo recordar que "super Daex" que se iban alternando para dar las distintas bobinas con la película y el sonido era muy aceptable aunque en aquel entonces era monoaural y de lectura óptica. La taquilla (Que luego por economías de personal se suprimiria cobrandose la entrada en un mostrador en la misma puerta de acceso) tenía encima una pequeña marquesina que disponía de un rótulo de letras intercambiables ( como en el Cine Mar de Portugalete) que permitía conocer el título de la película a distancia. Luego, debajo, había una cartelera con las fotos de la película y la calificación por edades. A la derecha había otra cartelera con letras intercambiables para el horario, los precios, etc. Luego a lo largo de la fachada del edificio se pusieron unas carteleras metálicas para poner los "afiches" o padquines que también se pegaban en la pared del muro de la estación y en algún otro punto del pueblo. Los días de proyección eran todos menos los miércoles creo recordar. Se daba una película domingo y lunes. Otra los martes. Otra jueves y viernes. Otra los sábados y vuelta a empezar. Los laborables había contínua desde las 6 de la tarde y los domingos y festivos funciones a las 4 (infantil) 6 y 8 numeradas y 10 noche. Si bien este último pase terminó por suprimirse por la escasa asistencia de público. Las películas variaban en función de lo que contratase la empresa "Trueba" para sus cines y aunque llegó a proyectar films de la categoría de "Doctor Zhivago " éste llegó muy tarde y se programó ¡¡entre semana!! para que por su largo metraje no alterará el esquema de horarios del domingo. ¡En fin! Otros tiempos.... Un saludo.
9 comentarios:
Que recuerdos de las sesiones para niños y de las de mayores!
Íbamos a ver las películas de Tarzán. Nos sentábamos en sillas de cervecera, y si no había sitio, en el suelo.
Tengo 59 años, iba todos los domingos a la sesión de las 16h y ya había butacas, eran granates y cortinones del mismo color.
Tengo 59 años , iba a la sesión de las 16h los domingos, teníamos butacas granates y cortinones del mismo color
Viejunos, ...............
Para mí el día más hermoso del año es la jornada de reflexión. Me parece bien, además, que, para no perder el hábito, nos obliguen a pensar. Esta mañana, cuando salía de la casa de mi madre, me he encontrado en el descansillo de la escalera a un vecino que lloraba desconsolado. Me ha explicado que no sabía a quién votar. Para reconfortarlo, le he dicho que me pasaba lo mismo. Luego, en la calle, me aguardaba el espectáculo de siempre: gentes mesándose los cabellos, meneando a izquierda y derecha la cabeza, con las manos enlazadas en la espalda... Indecisas, exultantes o desesperadas. Por lo que a mí respecta, me he levantado temprano para reflexionar. Mentiría si dijese que he estado pensando en la autogestión, la democracia directa y el apoyo mutuo. Lo que me ha asaltado una y otra vez ha sido el triste destino que auguro al Eibar -ojalá me equivoque- .Me da que tiene menos futuro que la autogestión y la democracia directa. Que ya es decir.
No.Sí queremos que la vida avance la gente debería de llevar implantados en el cerebro unos chips que exploten cada vez que uno se tire un rato sin reflexionar.
Anónimo 24 de mayo de 2015, 16:06.
La próxima vez que cojas una reflexión del gran Carlos Taibo, pídele permiso para cambiarle el club de futbol. O por lo menos lo citas.
Recuerdo que cuando conocí el Cine Moderno de Ortuella pensé:"como sería el antiguo" porque ya tenía sus años.
Recuerdo a su encargado:Basilio Beamonte. Y a su hijo Jose Mari que cuando cerró el Salón Somorrostro de Muskiz pasó a ocupar su puesto dado que ambos locales estaban explotados por la Empresa "Trueba" de Bilbao. Recuerdo a Teodoro el acomodador y al operador de cabina que se apellidaba Iza.
El local por dentro estaba bastante acondicionado pues tenía en efecto un patio de butacas tapizadas y una muy aceptable pantalla de Cinemascope. La proyección la daban dos aparatos creo recordar que "super Daex" que se iban alternando para dar las distintas bobinas con la película y el sonido era muy aceptable aunque en aquel entonces era monoaural y de lectura óptica.
La taquilla (Que luego por economías de personal se suprimiria cobrandose la entrada en un mostrador en la misma puerta de acceso) tenía encima una pequeña marquesina que disponía de un rótulo de letras intercambiables ( como en el Cine Mar de Portugalete) que permitía conocer el título de la película a distancia. Luego, debajo, había una cartelera con las fotos de la película y la calificación por edades. A la derecha había otra cartelera con letras intercambiables para el horario, los precios, etc. Luego a lo largo de la fachada del edificio se pusieron unas carteleras metálicas para poner los "afiches" o padquines que también se pegaban en la pared del muro de la estación y en algún otro punto del pueblo.
Los días de proyección eran todos menos los miércoles creo recordar. Se daba una película domingo y lunes. Otra los martes. Otra jueves y viernes. Otra los sábados y vuelta a empezar. Los laborables había contínua desde las 6 de la tarde y los domingos y festivos funciones a las 4 (infantil) 6 y 8 numeradas y 10 noche. Si bien este último pase terminó por suprimirse por la escasa asistencia de público.
Las películas variaban en función de lo que contratase la empresa "Trueba" para sus cines y aunque llegó a proyectar films de la categoría de "Doctor Zhivago " éste llegó muy tarde y se programó ¡¡entre semana!! para que por su largo metraje no alterará el esquema de horarios del domingo.
¡En fin! Otros tiempos....
Un saludo.
Publicar un comentario