domingo, 6 de diciembre de 2009

Piratas y más piratas


Los mares de África occidental están siendo devastados por la excesiva pesca legal e ilegal, advierte un estudio de la organización no gubernamental ActionAid.
El exceso de capturas en aguas de África occidental por parte de grandes pesqueros de arrastre europeos o de embarcaciones "piratas" que actúan sin ninguna autorización ha diezmado las especies locales, con un impacto directo negativo en el empleo y el consecuente creciente número de personas que emigran a Europa.
Muchos países de África occidental otorgaron a los buques pesqueros europeos acceso a sus aguas territoriales a cambio del pago de un canon.
La UE sólo puede satisfacer 50 por ciento de su demanda interna de pescado con sus propios recursos. Por eso a lo largo de los años el déficit ha sido cubierto explotando las pesquerías de sus ex colonias de África, el Caribe y el Pacífico, que ahora se reúnen en los países ACP.
Especialmente las aguas de África occidental han sido "saqueadas" en los últimos tiempos, a causa de se mayor cercanía con Europa, destacó el estudio.

(Sigue leyendo en el comentario uno)

11 comentarios:

Rafa dijo...

"Los operadores pesqueros europeos en aguas senegalesas contribuyen significativamente a la sobreexplotación y ofrecen pocas ganancias de largo plazo para la industria", advirtió el informe de ActionAid.

Los pescadores senegaleses, al igual que la mayoría de sus colegas de África occidental, utilizan piraguas que no les permiten ir mar adentro, donde operan los grandes buques de pesca de arrastre.

Todo esto llevó al gobierno senegalés a no renovar el acuerdo de pesca con la UE en 2006, en un intento por limitar el volumen de captura y proteger a la industria local. Por la misma razón se negó a firmar el EPA propuesto por la Comisión Europea, brazo ejecutivo de ese bloque regional, ya que los términos propuestos hubieran empeorado la situación.

Pero dejar el EPA en suspenso no representó una solución, advierte el estudio, ya que muchos pesqueros europeos ahora capturan un volumen mayor del que les fue autorizado.

Además, muchos buques pesqueros grandes realizan capturas en la zona reservada para la pesca en pequeña escala, que se extiende hasta 9,65 kilómetros de la costa.

Por otra parte, muchos de ellos operan sin licencia.

Según la no gubernamental Fundación para la Justicia Ambiental (EJF, por sus siglas en inglés), con sede en Londres, la "piratería pesquera" afecta a toda la región.

Por estos motivos, recomienda "la suspensión permanente de los acuerdos de pesca, la imposición de períodos de veda y el refuerzo de la vigilancia de las aguas territoriales".

Sin embargo, esas recomendaciones están en conflicto con los EPA provisorios, ya que tal como están redactadas requieren a los países ACP una mayor apertura de sus economías a la competencia europea. (FIN/2008)

Rafa dijo...

El de la pesca ilegal es uno de los mayores pro¬blemas a los que hace frente la conservación de la biodiversidad marina de la que dependen cientos de millones de personas en todo el mundo, un hecho ampliamente reconocido El resultado es que la pesca ilegal sigue asolando nuestros océanos y en los países más pobres, la pesca pirata está literalmente acabando con sus recursos.
Es el de la pesca ilegal un fenómeno muy exten¬dido, que en algunas áreas puede llegar al 40% de las capturas. Algunas compañías envían a sus barcos a zonas en las que saben que las normas se pueden incumplir. Sus bar¬cos de pesca pasan meses en el mar y son asistidos por otros especializados que realizan determinadas tareas: transportan el pescado a tierra3, proporcionan suministros, combustible, relevan las tripulaciones, y todo lo necesario para que puedan pescar de forma casi interrumpida. Así sucede, por ejemplo, en alta mar, en zonas remotas como la Antártida, o en las aguas de los países más pobres, como en el caso de buena parte de las costas africanas.
La pesca ilegal representa la explotación de los ecosistemas marinos sin límite ni control. Los barcos implicados capturan tanto pescado como les es posi¬ble, sin más preocupaciones que obtener los mayores beneficios y con los métodos más agresivos. No sólo destruyen el medio marino, también ponen en peligro el modo de vida de quienes viven del pescado. Los pescadores y las mujeres que viven de procesar el pescado sufren las consecuencias de la desaparición de este recurso. Las zonas costeras reservadas a los pescadores artesanales son invadidas por estos buques, a menudo por la noche para no ser vistos, lo que provoca colisiones con canoas locales. Año tras año muchos pescadores artesanales han resultado ahogados.
El hecho de que la pesca pirata se concentre espe¬cialmente en algunos de los países más pobres hace de ésta una cuestión fundamental desde el punto de vista del desarrollo.. Los más de 1.000 millones de dólares que les están robando todos los años a los países del África Subsahariana4 podrían ser una importante contribución a la lucha contra la pobreza y por qué no a la disminución de la migración masiva desde estos países hacia Europa. GREENPEACE

Rafa dijo...

La pesca, practicada en régimen sostenible, puede asegurar la disponibilidad de alimentos a escala universal y constituir un medio de vida para las generaciones presentes y futuras. Pero lo cierto es que sobreexplotamos muchos bancos de peces y en casi todos hemos alcanzado el límite sostenible.
Según la FAO no se pueden capturar más de 100 millones de tm de las especies ahora explotadas, si no queremos dañar los caladeros. Como hemos comentado ya se está pescando en la actualidad alrededor de esta cantidad. De 280 caladeros vigilados por la FAO, sólo 25 se pueden considerar moderadamente explotados o subexplotados. El resto está excesivamente explotado. En algunas zonas esto se ha hecho notar de forma dramática en el descenso de capturas, por ejemplo en el Nordeste del Atlántico, con el bacalao y el arenque. También el Mediterráneo y el Mar Negro están sobreexplotados. NE, SE y centro del Pacífico, SE del Atlántico e Indico están explotados cerca del máximo. Donde es posible pescar más es, sobre todo, en el SE del Atlántico (Argentina), Nueva Zelanda y parte del Indico.
En 1940 se capturaban algo más de 20 millones de toneladas al año y en 1990 se sobrepasaron los 100 millones. Desde entonces las capturas anuales se han estabilizado y tienden a mostrar más bien un cierto descenso. La sobrepesca, junto a otros factores como la contaminación o la destrucción de ecosistemas por algunas técnicas pesqueras explican esta disminución que, previsiblemente, continuará en los próximos años.
En el Atlántico Norte, por ejemplo, y según el biólogo marino Daniel Pauly, la biomasa correspondiente a los peces de gran tamaño sólo representaba el 12% de la existente hacia 1950; en el NO de Africa, un área de gran actividad pesquera, la pérdida afectaba a dos terceras partes del stock que había en la misma época.

Rafa dijo...

Si queremos saber más sobre peces tenemos que saber que la acuicultura no soluciona el problema de la pesca.

a)Para conseguir un kilo de dorada, esta ha tenido que comer cuatro kilos de harina de pescado (todo sirve) de pezqueñines, entre otros, pescados en paises pobres.

b)La masificación de peces obliga a tratarlos con antibióticos que luego nos los comemos.

c)Los análisis de los peces de acuicultura nos generan alarma, bonitos por fuera, dioxinas por dentro.

d)Los espacios donde se crian no son como las rías gallegas. Contaminaminación, desplazamiento, invasión de ecosistemas con especies ajenas…

Está jodido esto de los peces.

Rafa dijo...

1. La acuicultura no ha solucionado el problema de la pesca
Actualmente sólo se crían las especies de alto valor económico, siendo inviable la acuicultura en el caso de peces con menor valor de mercado, ya que los costes económicos superan con creces a los beneficios. Además, no todas las especies con alto valor de mercado se han conseguido cultivar en cautividad. En algunos casos el cultivo de estas especies está en fase de experimentación y a lo sumo sólo se ha conseguido la fase de engorde, no sin problemas.
Otro problema reside en la alimentación de los peces con piensos compuestos por harina de pescado. Las especies más cultivadas en Europa son fundamentalmente carnívoras (salmón, doradas y otros espáridos, peces planos, etc.) por lo que los piensos deben tener un alto porcentaje de biomasa animal. Pero no sólo eso, sino que además, deben tener un alto contenido en ácidos grasos poli-insaturados (como los omega 3). Esto hace que sea necesario alimentar a los peces con piensos fabricados en su mayor parte con harina y aceite de pescado, y para obtenerlos hay que seguir pescando. De esta forma con la acuicultura solo conseguimos transformar pescado (arenques, boquerones y otros peces de bajo valor comercial) en pescado (dorada, salmón, atún) pero con una pérdida energética considerable. Para producir 1 kg de dorada se necesita en torno a 4 kg de otras especies de peces.
Pero es más, las capturas de peces para su transformación en harina se realizan fundamentalmente en las costas de países pobres (Perú, Namibia, Sahara, etc.) con una importante merma de sus recursos pesqueros. Hay que tener en cuenta que un tercio de la pesca mundial se dedica a la fabricación de harina para elaborar piensos para peces, ganado, o lo que es más grave, para utilizarlos como abono. La demanda de harina de pescado hace que se pesque cada vez más la morralla (peces pequeños y ejemplares inmaduros con poco valor comercial), ejerciendo una presión enorme sobre las poblaciones marinas.
En los casos del atún o del langostino tropical, por poner ejemplos significativos, no se puede hablar de acuicultura propiamente dicha. En la acuicultura moderna el ciclo vital está cerrado, es decir, se mantienen unos individuos reproductores que producen huevos fértiles, se crían las larvas y se engordan hasta su talla comercial. Sin embargo, las granjas de atunes y de langostino tropical no poseen reproductores, por lo que necesitan del aporte continuo de larvas o inmaduros procedentes del mar, impidiendo que estos individuos lleguen a ser reproductores en estado salvaje.

Rafa dijo...

2. Enfermedades e impactos de sus tratamientos
La masificación de los peces en esteros y jaulas facilita la propagación de enfermedades infecciosas, ya sea a través del agua, por rozamiento entre los peces o por canibalismo de peces enfermos o muertos. La mezcla de peces procedentes de diferentes orígenes así como la comercialización de alevines y huevos entre granjas piscícolas puede ayudar a la propagación de una enfermedad. Esto, unido al hecho de la naturaleza ubicua de la mayoría de los patógenos, hace que sea prácticamente imposible el aislamiento de los peces frente a las infecciones.
Dentro de las enfermedades no infecciosas se incluyen las causadas por defectos genéticos, carencias nutricionales, lesiones o enfermedades relacionadas con cambios en los parámetros físico-químicos de las aguas. Estas afecciones producen estrés en los peces, disminuyendo su respuesta inmunitaria, lo que puede favorecer la aparición de otras enfermedades. El estrés también es producido por las altas densidades a las que se mantienen los individuos en las jaulas y tanques.
Para el tratamiento y la prevención de las enfermedades piscícolas se han están utilizando una amplia gama de métodos curativos y preventivos, algunos de los cuales pueden tener un alto impacto sobre el ecosistema y sobre los propios consumidores, entre los que destacan los baños de formol y el uso de antibióticos.
Los baños de formol se utilizan para la eliminación y prevención de parásitos y bacterias de la superficie externa de los peces. Su uso es legal y está ampliamente extendido en la acuicultura, a pesar del impacto ambiental que puede producir la liberación al medio acuático de una sustancia tan tóxica.
El uso generalizado de antibióticos en la acuicultura ha provocado la aparición de patógenos resistentes (3). Otros efectos negativos son la acumulación de antibióticos en los órganos internos del pez, haciéndolo inapropiado para el consumo humano, y los riesgos de contaminación ambiental. Algunas de estas sustancias son excretadas sin haber sido metabolizadas o liberadas como metabolitos activos (4) persistiendo en el ambiente durante largos periodos de tiempo. De hecho se ha podido observar que la liberación de forma continuada de efluentes contaminados con antibióticos genera una constante presión de selección que ha propiciado el cambio en la microbiota del entorno, incrementando la aparición de cepas resistentes (5). Además, muchas bacterias patógenas son capaces de transportar los genes de resistencia a los antibióticos, desde las zonas de producción piscícola hasta los humanos (6), pudiendo generar cepas resistentes en la flora intestinal humana.

Rafa dijo...

3. Acuicultura y seguridad alimentaria
Los escándalos sobre seguridad alimentaria (vacas locas, pollos con dioxinas, etc.) también han afectado al sector piscícola. La voz de alarma la dio una publicación en la revista Science (7). Los autores midieron en salmones de cultivo niveles de contaminantes significativamente superiores a los encontrados en salmones salvajes. Los peores indicadores corresponden a 13 de los 14 compuestos organoclorados considerados en la investigación (entre ellos las dioxinas, con niveles de hasta 3 picogramos/g de salmón). La contaminación es tal que el consumo semanal de más de más de 600 g de salmón del Mar del Norte podría ser nocivo para la salud. En sus conclusiones, los autores reclaman mayor atención sobre el control de la alimentación que reciben los peces, considerándola la causante de la contaminación.
4. Impactos sobre el territorio
Este impacto ambiental se circunscribe a la ocupación del territorio, liberación de efluentes con alto contenido en materia orgánica, patógenos de peces y sustancias tóxicas, y liberación involuntaria de individuos al medio natural. Los peces, al escapar de sus jaulas, pueden transmitir sus enfermedades a los que viven fuera, contribuyendo a eliminar un buen número de especies nativas. Las liberaciones involuntarias pueden llegar a extremos tan alarmantes como en algunos fiordos noruegos, donde el 90% de los salmones libres proceden de escapes de las piscifactorías.
La ingeniería genética también está irrumpiendo en el ámbito de la acuicultura. Aunque en estos momentos no se cultiva ningún pez modificado genéticamente, a escala experimental ya existen una gran variedad de peces transgénicos utilizando las especies más comúnmente cultivadas (8).
La contaminación orgánica, producida por los vertidos de piensos no ingeridos y por los desechos de los peces, afecta al ecosistema más próximo a la piscifactoría. En conjunto, en torno al 85% del fósforo, 80% del carbono y 52% del nitrógeno introducido en las jaulas pasa al medio marino a través de la comida, excreciones de los peces y respiración (9).

Xosé dijo...

Abrumador Rafa. Solo un toque.

Andan revueltos el mundo marino, el analógico y el cibernético con los piratas. Unos ven en unos somalíes más o menos desarrapados subidos en lanchas y armados hasta los dientes la imagen del bucanero del siglo XXI; otros, en unos barcos de pesca equipados con redes de última tecnología y muy pocos escrúpulos que han esquilmado costas y mares y ahora necesitan rebuscar los peces debajo de las piedras. Los hay que otorgarían el calificativo de piratas cum laude a los bancos que cobran comisiones de juzgado de guardia y se protegen en comandita contra las oscilaciones de los tipos de interés con suelos de su propio interés que contravienen la esencia de lo que defienden: la libertad de mercado.

Victor Ovies dijo...

Otros "piratas":

Tengo 50 años y quiero decirle a Luis E. Aute que en los años setenta, cuando yo era solamente un adolescente, mis amigos y yo teníamos sus canciones grabadas en cintas de casete. No recuerdo quién era el que tenía el original, si es que alguno lo tenía. Solamente recuerdo que nos copiábamos los temas sin sentir jamás que hacíamos daño alguno a su intérprete y compositor.No nos sentiamos piratas La piratería musical era un concepto desconocido entonces y, en cualquier caso, creo que todos compartíamos la sensación de que al copiarnos las canciones estábamos demostrando nuestra devoción hacia el artista. Tener sus cintas era una marca de identidad. Aunque no creo que ni nosotros mismos supiésemos bien lo que éramos.

Desde entonces hasta hoy he ido a infinidad de conciertos de Aute, y he pagado con gusto por verle actuar en directo. No tuve jamás, ni tengo ahora, la sensación de haberle privado de nada, ni de haberle robado nada. Más bien al contrario, siempre pensé que al reproducir su música le hacía publicidad...

Anónimo dijo...

He leido recientemente este debate que me resultó muy interesante entre Javier Armentia en "Diario de Noticias" y la respuesta de "Jorgenexus" en el blog de Javier. Creo que hay argumentos sólidos (y verbo afilado) en las dos exposiciones y por eso las he querido reproducir aquí:
Andan las cosas revueltas, innecesariamente revueltas, porque realmente no es que estos días sean más complicados o más piratas que los anteriores. Pero de repente uno descubre la terrible vida de unos cuantos artistas (creadores, se dicen) que protestan porque la vida les va mal desde que hay Internet y la gente se baja música y películas y demás. No son todos, porque otros creadores están felices con que exista un escaparate donde las ideas fluyen, las músicas se popularizan y donde incluso a pesar del control férreo de las productoras, propietarias y expendedoras de esos productos más o menos culturales, algún artista puede comenzar una carrera y vivir para contarlo. Y esas poderosas empresas no sólo consiguen dineros de cada aparato electrónico que se compra en este país, pues además consiguen que las leyes, incluso las que se dicen sostenibles, incluyan textos que ellas dictan para mayor beneficio de ellas mismas, como siempre ha sido. Desde hace años, el ministerio de la cultura ha sido el de los contratos con esas grandes empresas, ni siquiera ajenas a los beneficios de eso que ellas denominan descargas ilegales. Y de verdad que la creación, la propiedad intelectual, los derechos de artistas y sobre todo la promoción y el conocimiento de los mismos han sido las relegadas a ultimísimo plano.

Entonces uno simplemente comenta que es posible otro tipo de reconocimiento, que las redes son por ahora redes comerciales y allí hay negocios que pueden ser honrados y lucrativos; que no hacen falta leyes de patada en la puerta y sin asistencia del juez, porque aquellas cosas fueron de un pasado que no era nada democrático; que realmente los creadores de verdad están ahora en otro sitio y no en sociedades de gestión de las pelas que se llevan del disco que almacena este texto, aunque sea una creación cuyo autor está convencido de que hay otra forma de atribuir y reconocer ese trabajo más allá de un mísero porcentaje que, a lo más, justifica para tanta gente que ni se pregunta el fondo moral de la cuestión porque, pagando, todo vale...
Quizá lo difícil es convencer a una ministra, o a su gabinete, de que ese neofeudalismo no nos lleva a ningún lado.

Anónimo dijo...

Aquí va la respuesta
de "Jorgenexus":

Tío, lo tuyo es corporativismo científico y lo demás chorradas. ¿Pero por qué no llamáis a las cosas como son? Internet favorece el robo descarado del trabajo de los demás. En esta sociedad de los listos de los cojones, nadie paga por algo si se lo puede levantar por el morro. ¿O te crees que la gente pagaría el pan si pudiera robarlo impunemente aún a costa de la ruina del panadero? ¿El panadero seguiría haciendo pan si no obtuviera el menor beneficio por su producción? Somos una pandilla de ladrones, pero unos ladrones hipócritas, a quienes, encima, les molesta que les digan lo que son. Nadie va a producir cultura, ni siquiera entretenimiento, si no puede vivir de ello. Y menos que nadie las tendencias minoritarias. Mira, comprendo que la derecha sea partidaria de todo este tipo de cuestiones: al final son gente retrógada, interesada en la consolidación del presente a partir de los valores del pasado, y saben que cuanto más ignorante sea el populacho, mejor les va a ir. No tienen el menor interés en la producción cultural actual y menos en la futura, les basta y les sobra con lo ya producido, con lo "clásico". Pero lo de los presuntos progresistas que pateláis porque intenten poner veto a vuestros desmanes no tiene ni pies ni cabeza: vais en contra de los intereses de las mentes más creativas de nuestra sociedad, contribuís a la muerte de una de las pocas cosas por las que vale la pena levantarse por las mañanas, la actividad creativa, el arte, la cultura... Y todo por no poner obstáculos al "progreso"... Ya. Pasó con la música, pasó con el cine y, en breve, pasará con la literatura. Bien es cierto que a muchos de vosotros, mangantes (lo de piratas os queda muy grande, no os paséis) realmente lo que os motiva es la obtención gratuita de bienes más que los bienes en sí mismos, lo listos, lo espabilados que os sentís al obrar así. Pero a otros cabría suponeros un poco más de... ¿cabeza? Mira, no me malinterpretes: en una sociedad en la que TODO fuera gratis, la cultura también debería de serlo: otorguemos gratuitamente a los juglares los bienes necesarios para su subsitencia y ellos nos obsequiarán de forma igualmente gratuita con su saber hacer. Pero como lamentablemente somos tan incapaces que aún no hemos sabido abolir la propiedad privada de los bienes materiales, me parece estúpido pretender abolir la de los intelectuales, o al menos de los artísticos, o al menos de los digitalmente reproducibles. Sí, que ya sé que tú no estás diciendo eso, que hay que buscar alternativas para que los creativos sigan pudiendo vivir de lo suyo conviviendo con este nuevo medio de distribución cultural... Pues tú me dirás cómo, si no es con la intervención de los poderes públicos, conteniendo a los ladrones online igual que intentan (o deberían) hacer con los que operan offline: con la ley en la mano y con medidas coercitivas, penales, cuando sea menester. Sé que todo está perdido, que nada se puede hacer, que no se pueden poner puertas al campo y menos aún al egoismo y a la estupidez humanas, pero luego no me vengáis con que nadie os lo había advertido (si es que realmente os importa una mierda que dentro de unos años tengamos que limitarnos a disfrutar de lo hasta ese momento producido, porque nadie se tomará la molestia de crear, salvo quizás los Nerones de turno...)