Cuando partas hacia Itaca pide que tu camino sea largo y rico en aventuras y conocimiento.
Que haya en tu ruta muchas mañanas de verano cuando con placer, con alegría arribes a puertos nunca vistos. Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento, llegar a ella es tu destino. No apresures el viaje, mejor que dure muchos años y viejo seas cuando a ella llegues, rico con lo que has ganado en el camino sin esperar que Itaca te recompense.
A Itaca debes el maravilloso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino y ahora nada tiene para ofrecerte. Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó. Hoy que eres sabio, y en experiencias rico, comprendes qué significan las Itacas.
Mirad lo que contó hace ya unos añitos Franz Kafka:
" Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. Él no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntarme: -¿Hacia dónde cabalga el señor? -No lo sé –respondí-. Sólo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí. Partir siempre, salir de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta. -¿Conoce, pues, su meta?- preguntó él. -Sí –contesté yo-. Lo he dicho ya. Salir de aquí, esa es mi meta."
3 comentarios:
Ondo ibili eta bidai luze bat zuentzat
Cuando partas hacia Itaca
pide que tu camino sea largo
y rico en aventuras y conocimiento.
Que haya en tu ruta muchas mañanas de verano
cuando con placer, con alegría
arribes a puertos nunca vistos.
Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento,
llegar a ella es tu destino.
No apresures el viaje,
mejor que dure muchos años
y viejo seas cuando a ella llegues,
rico con lo que has ganado en el camino
sin esperar que Itaca te recompense.
A Itaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,
comprendes qué significan las Itacas.
K. Kavafis
Mirad lo que contó hace ya unos añitos Franz Kafka:
" Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. Él no sabía nada, no había oído nada.
En el portón me detuvo para preguntarme:
-¿Hacia dónde cabalga el señor?
-No lo sé –respondí-. Sólo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí. Partir siempre, salir de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta.
-¿Conoce, pues, su meta?- preguntó él.
-Sí –contesté yo-. Lo he dicho ya. Salir de aquí, esa es mi meta."
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