jueves, 23 de septiembre de 2010

O despertamos o será tarde.



Para nuestra desgracia por toda Europa la realpolitik no nos permite distinguir entre liderazgos de izquierda y de derecha.
Convertido en realpopulismo, este realismo pervertido alimenta la peor política-basura y amenaza con llevarse por delante cualquier atisbo de ese " humanismo constitutivo de la mejor tradición europea, a partir de la que se fueron desarrollando los valores universales de los derechos inviolables e inalienables de la persona: la libertad, la democracia, la igualdad y el Estado de Derecho." (Imanol Zubero)

Si segimos dormitando y pensando solo en nuestro ombligo y en nuestra casita , los Sarkozy de turno se seguiran poniendo las botas y de esa tradicion humanista europea no quedará ni la cascara.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo haber visto aquí esto hace tiempo, pero no está demás recordarlo.

Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada porque yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar.

Anónimo dijo...

Primero cerraron el EGIN
y yo no dije nada porque no lo compraba.
Luego se clausuraron el EGUNKARIA,
y no dije nada porque yo no lo leia.
Luego vinieron por los jovenes de SEGI,
y no dije nada porque no era ni joven ni abertzale.
Luego se detuvieron a los internacionalistas de Askapena,
y no dije nada porque yo no lo era.
Y cuando finalmente vinieron por mí
no quedaba nadie para protestar.

Carlos G. dijo...

Como le gusta a alguien arrimar ascuas a sardinas inverosimiles, con comparaciones que quedan muy bien cuando se leen pero que no tienen que ver con la realidad, que es mucy distinta a esa persecucion que se nombra

Anónimo dijo...

Nicolas Sarkozy es hijo de Pál Sarkozy de Nagybocsa ('Nagybócsai Sárközy Pál', en húngaro), nacido en Budapest en 1928 en una familia perteneciente a la pequeña aristocracia.[2] Su título nobiliario tiene su origen en una concesión de 1628 del Emperador Fernando II, Rey de Bohemia y Hungría, a un antepasado suyo, distinguido en las guerras contra los turcos. En 1944, con la llegada de las tropas soviéticas, la familia Sarkozy sufre la expropiación de sus propiedades y es forzada al exilio. Se inicia entonces una larga etapa de peregrinación por Europa, que les llevará a Austria y Alemania, donde Pál conocerá a un reclutador de la Legión extranjera francesa, en donde se enrola por un período de cinco años e inicia su formación militar en Argelia. Sin embargo esta se trunca cuando es declarado inútil para ser enviado a la Guerra de Indochina, y en 1948 es desmovilizado en Marsella. Afrancesa su nombre, cambiando el Nagybócsai Sárközy Pál, por el más reconocible Paul Sarkozy de Nagy-Bocsa. Se convierte en publicitario, y en 1949 se casa con Andrée Mallah, hija de un cirujano de París, y judía sefardita convertida al catolicismo, que estudiaba Derecho.

Anónimo dijo...

Carlos G que listo eres que nos iluminas con tus proverbios, que tontos los demas que recibimos, sin sardinas y en ascuas.