Javier Dean, el que fue Viceconsejero de Vivienda y que compartió hace un par de años una tarde con nosotros en el Salón Gorbea hablando de la situación de la vivienda en Ortuella, publica en su blog esta reflexión sobre el tema. Me da que pensar donde estaba la cabecita del ciudadano medio hace un añito y como lo vamos viendo en estos momentos, o lo que es lo mismo que nos enteramos muy poquito con nuestro propio criterio de por donde va la melodia de la canción.Os dejo con alguna de sus ideas:
"Hace unos días se publicaban los últimos datos del inicio de nuevas viviendas en Estados Unidos con la cifra más baja de los últimos 40 años. Es decir, el mercado inmobiliario estadounidense, que empezó a caer a principios de 2006, todavía no ha alcanzado la cota más baja después de transcurridos casi tres años. En el gráfico que podeis ver en "calculated risk" (pinchad en el cuadro para ampliarlo), se observa claramente lo crítico de la situación. Si ahora nos vamos a las estadísticas de España que ofrece el Ministerio de Vivienda podemos ver que el primer dato negativo se produjo en 2007 . Creo recordar que fue en la segunda parte de ese año cuando las cosas empezaron a empeorar significativamente. Es decir, con año y medio de diferencia respecto a Estados Unidos. O sea, si estuviéramos hablando de mercados similares cabría esperar aún un deterioro substancial del mercado en España en los próximos años. Lo que pasa es que no hay dos mercados iguales y supongo que tampoco éstos lo son. Lo que no sé es en qué sentido son diferentes. Lo que sí sé es que la contribución al PIB y el empleo generado en el sector de la construcción en España ha sido el doble del de Estados Unidos, llegando a alcanzar el 12% del empleo total y el 11% del PIB.
Lo curioso es que en España existe una demanda insatisfecha de viviendas importantísima. ¿O acaso pensamos que los millones de jóvenes que hace dos años no podían comprar o alquilar una casa tienen ahora, por arte de magia, resuelto el problema? Esos jóvenes siguen ahí esperando a que el precio les resulte asequible y que, si se trata de compra, alguien se la financie, cosa que no sucede.
Por otro lado, parece que el modelo de hipoteca en Estados Unidos es diferente al de España, ya que allí si no puedes pagar el préstamo, entregas la casa y no pueden perseguirte para que pagues nada más. Aquí, si no pagas, el banco se queda con la casa, la vende y si no consigue con la venta recuperar lo que le debes te puede seguir persiguiendo para que pagues el resto de la deuda.
Ah, por cierto, ¿cómo creéis que se van a comportar los inmigrantes en relación con este asunto si pierden sus empleos? ¿Se volverán a sus países y dejarán a los bancos españoles la casa y la deuda?"
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