LOS PAISES IMPLICADOS EN LA DEFENSA DEMOCRATICA DEL PUEBLO LIBIO SON LOS MISMOS QUE LAS PETROLERAS IMPLICADAS INCLUIDA REPSOL ¿SERA CASUALIDAD? Las atrocidades cometidas por los gobiernos de esos gigantes, recuerdan las ejecutadas por Adolfo Hitler
El líder libio planteó la nacionalización de las compañías petroleras de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Noruega, Canadá e Italia en el año 2009.
El 25 de enero de 2009, Muammar Al Gaddafi anunció que su país estaba estudiando la nacionalización de empresas extranjeras debido a la bajada de los precios del petróleo.
“Los países exportadores de petróleo deberían optar por la nacionalización debido a la rápida caída de los precios del crudo. Hay que poner el tema sobre la mesa y discutirlo seriamente”, afirmó Gaddafi.
“El petróleo debería ser propiedad del Estado en este momento, así podríamos controlar mejor los precios mediante el incremento o la disminución en la producción”, dijo el líder libio.
Estas declaraciones preocuparon a las principales empresas extranjeras que operan en Libia: la anglo-holandesa Shell, la británica British Petroleum, las estadounidenses ExxonMobil, Hess Corp, Marathon Oil, Occidental Petroleum y ConocoPhillips, la española Repsol, la alemana Wintershall, la austríaca OMV, la noruega Statoil, la italiana Eni y la canadiense Petro Canadá.
En 2008, la empresa petrolera estatal Libyan National Oil, ya elaboró un informe sobre el tema en el que altos funcionarios sugerían modificar los acuerdos de producción compartida con las empresas extranjeras para aumentar así los ingresos del Estado.
Fruto de estos cambios en los contratos, Libia ganó 5.400 millones de dólares en ingresos petroleros adicionales.
El 16 de febrero de 2009 Gaddafi dió un paso más allá e hizo un llamamiento a los libios a respaldar su propuesta de desmantelar el Gobierno y dar la riqueza petrolera directamente a los 5 millones de habitantes del país.
Sin embargo, su plan para entregar los ingresos del petróleo directamente a los libios tropezó con la oposición de altos funcionarios, que podrían perder sus puestos de trabajo debido a un plan paralelo de Gaddafi para limpiar al Estado de corrupción. Algunos funcionarios, entre ellos el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi y Farhat Omar Bin Guidara, del Banco Central, dijeron a Gaddafi que la medida podría perjudicar a largo plazo la economía del país debido a la “fuga de capitales”.
‘No tengais miedo a redistribuir directamente el dinero del petróleo y a crear estructuras de gobierno más justas y que respondan a los intereses del pueblo”, dijo Gaddafi en un Comité Popular.
Los Comités Populares son la columna vertebral de Libia. A través de ellos los ciudadanos son representados a nivel de distritos.
“La Administración ha fracasado y la economía del Estado ha fallado. Ya es suficiente. La solución pasa por que los libios reciban directamente los ingresos del petróleo y decidan qué hacer con ellos”, dijo Gaddafi en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Para ello, el líder libio instó a una reforma radical de la burocracia del gobierno.
Pese a ello, finalmente, altos funcionarios del Gobierno libio votaron por retrasar los planes de Gaddafi. Sólo 64 ministros de un total de 468 que integran el Comité Popular votaron a favor de esa medida. 251 vieron positivas las medidas pero optaron por demorar su ejecución.
Ante el rechazo del Comité, Gaddafi afirmó ante un acto público: “Mi sueño durante todos estos años era dar el poder y la riqueza directamente al pueblo”.
Complot contra Libia. Nazanín Amirian. Diario Público
En este país africano no hay hambruna, el 80 por ciento de la población está alfabetizado y tiene acceso al agua potable y la sanidad. La esperanza de vida es de 79 años y la tasa global de fecundidad es del 2.7, un signo claro del avance de la mujer. Lo inverosímil de la crisis de Libia, en la actual coyuntura de la región, es que los sublevados no son los ciudadanos, hartos de la dictadura férrea de Gadafi, sino jefes tribales –pseudo caudillos-, que respaldados por los comandos de la OTAN (cuya sensibilidad “humanitaria” se desactiva cuando Israel bombardea a los palestinos o Turquía a los kurdos) están empujando al país hacia una guerra civil. Declararlo como «estado paria» y convertirlo en un protectorado, encajaría a la perfección en la nueva estrategia de la OTAN, marcada por la lucha de las potencias para hacerse con el control de los escasos recursos energéticos que quedan. Libia es la principal reserva de petróleo de África, cuyo coste de producción del crudo, de gran calidad, no llega al dólar por barril, comparándo con el de Canadá, por ejemplo, que alcanza los 50 dólares. Toda una tentación para las petroleras estadounidenses, marginadas en el mercado libio que está dominado por Europa, China y Rusia. El plan contra este país es sospechosamente parecido al de Irak, otro Estado árabe desarrollado, al que destruyeron para apoderarse de su Oro Negro. El cenit petrolero acelera los acontecimientos. EEUU, ante la inestabilidad de Oriente Medio –principal caudal del crudo del mundo-, y la imposibilidad de adueñarse del hidrocarburo de Asia Central (zona de influencia de China y Rusia), pone su mirada en África. Allí, los chinos, adelantándose, ya cuentan con varios millones de efectivos que no sólo intentan controlar sus recursos energéticos, sino también sus mercados. Mientras la posición geoenergética de Libia seduce a Washington, Pekín abandona su política “no militarista” y anuncia su rearme, enseñando los dientes. Estamos ante una nueva recomposición de las zonas de influencia, en la que Gadafi no es más que una miserable pieza de una pérfida maniobra de EEUU.
Prefiero analizar esto desde otra perspectiva, que parece estar en segundo plano en este momento. Y tras ese análisis, tomo postura.
1. Las revueltas de la población civil en los países árabes y musulmanes son, sin duda, el único hecho modernizante de este lamentable nuevo milenio en el que vamos camino de seguir igual que en el S.XX, cuando no peor. Desde que empezaron esas revueltas he encontrado muchas similitudes con lo que ocurrió en el mundo en los años 60 y en especial las revueltas mundiales del 68. Era la población civil la que se oponía a una supuesta estabilidad y los gobiernos se liaban a tiros contra ellos con tal de no perder las riendas. La juventud contra la gerontocracia. Así empezó en Túnez y así sigue en el resto de su entorno.
2. Se está reprimiendo a quienes protestan, con increíble violencia. De nuevo, como en los años 60. Sin embargo Gadafi traspasó los límites desde el primer momento, reprimiendo las revueltas de civiles libios como si se tratase de una invasión extranjera. Ya no son sólo bravuconadas como las de Mubarak, que sobrevolaba con aviones militares sobre los manifestantes; Gadafi ha lanzado misiles desde esos aviones contra ellos. De hecho, desde el primer momento, Gadafi y su hijo han hablado de guerra civil y de resolver las revueltas con un baño de sangre.
3. No puedo evitar el recuerdo de la Guerra Civil Española y de cómo muchos siempre hemos pensado que fue una vergüenza que otros países hablaran de que se trataba de un problema interno español, para permitir que finalmente ganara el fascismo. La no-intervención de entonces reforzó a los nazis alemanes y a los fascistas italianos. Pero, además, sembró los territorios de quienes luego se proclamaron "aliados" de fascistas admiradores de Hitler y Musolini... y Franco. Así le resultó tan fácil a Alemania hacerse con el control de Francia, por ejemplo, al principio de la Segunda Guerra Mundial.
4. La guerra no acaba de empezar en Libia, lleva ya demasiado tiempo. El final de semejante masacre contra la población civil estaba incluso cerca de un final en favor del criminal de guerra. Con ello, Gadafi estaría marcando el camino para el resto de países árabes y musulmanes, para acabar con las revueltas. Curiosamente, ahora que ya no tiene el control de su territorio, se reavivan las revueltas en otros países del entorno, puesto que los ciudadanos vuelven a sentirse fuertes.
Abreviando, termino con mi propio eslogan: "No a la guerra de Gadafi"; no podemos dejar que gane y que se cargue las revueltas que tanta ilusión despiertan. Que sigan siendo las revueltas de Túnez las que marquen el camino a seguir, y no una victoria sanguinaria y criminal de semejante asesino. Es el belicismo de Gadafi, su falta de legitimidad y lo que ha demostrado con hechos que es capaz de hacer lo que más me preocupa, pero sin olvidar que la guerra la inició él, contra sus propios ciudadanos. Mientras, los demás países árabes y musulmanes toman nota. Soy antifascista y Gadafi es un fascista en guerra contra su propio pueblo.
Es evidente que lo que quieren de Libia, es el petróleo y sus planes con compartimentar la propia Libia y mantener un asentamiento para el control de la revolución comenzada en Túnez y Egipto, esos son sus planes. y el gobierno Zapatero, no sólo se pliega sino que, realiza una campaña con su ministra a la cabeza.
"el que más bombardee es el que mayor tajada se llevará de la cuota del petróleo cuando se tenga que repartir".
Cayo Lara ha criticado la "hipocresía" de España y de Europa, ante un Gadafi "que ayer era amigo", de "Sarkozy, del Rey Juan Carlos, de Zapatero y de todos los mandatarios".
Así, ha asegurado que "cuando se aplaudía" a Gadafi se estaba "haciendo negocio de armas por petróleo" y "esas armas son las que ahora quieren destruir y el petróleo es con el que ahora van los aviones a Libia".
El coordinador general de IU, que puntualizó que su rechazo a la guerra no supone que se defienda a Gadafi Cayo Lara ha manifestado que "cada día existen más dudas", y ha puesto en entredicho que el régimen de Gadafi haya cometido los asesinatos de civiles. "¿Hemos visto los asesinados de Gadafi, alguien los conoce, han circulado por las agencias que suministran comunicación, y si los hubiese habido, no habría ya fotografías?", ha afirmado.
También el coordinador general de IU quiso matizar las distintas ideas surgidas en torno al levantamiento ciudadano en contra de Gadafi, asegurando que no es comparable con los movimientos civiles de Egipto o Túnez, puesto que en el caso de Libia, ha sido protagonizado por "una tribu" que, a su juicio, "se levanta contra un dictador", y con una importante capacidad armamentística que les hace disponer incluso de tanques.
Así, Cayo Lara sostiene que el levantamiento contra Gadafi se produce "por algo" y que la "decisión estaba premeditada". En su teoría sobre los "intereses" existentes en torno al conflicto de Libia, ha apuntado hacia Estados Unidos, que "no se llevaba petróleo" del país, pero ahora "puede que sí se lo lleve".
El responsable de Izquierda Unida ha añadido que en Libia se espera "lo peor", con una guerra civil, con un "reguero de sangre que puede tardar mucho en resolverse y va a crear mucho sufrimiento" en un país, ha destacado, con una de las "rentas per capita más alta de los países del norte de África, 16.000 euros".
Como no podía ser menos, vamos camino de repetir los errores de la primera campaña contra Saddam Hussein, está claro que tarde o temprano esta guerra la ganaran los aliados aunque sea por abrumadora superioridad armamentística.
Lo que no está claro es que pasara después, según parece se dejaría a Gadafi mantenerse en el poder, o por lo menos nada dice la resolución 1973 de las naciones unidas al respecto de derrocarle del poder y como ha confirmado el Departamento de estado Norteamericano la salida de Gadafi es el objetivo a largo plazo, no el objetivo de esta operación militar, y en caso de derrocarlo, ¿Quién tomaría el poder?, ¿Quién dirige a los rebeldes?, ¿Cuáles son los ideales y objetivos de esos rebeldes?.
Demasiadas preguntas importantes sin respuesta, en una guerra en la que no nos ponemos de acuerdo ni quien manda las tropas de la coalición.
El único error que parece que no vamos a repetir es permitir que se transmitan imágenes de muertos o heridos, no vaya a ser que veamos que en una guerra a la gente se la mata.
En el año 1959 se encontró petróleo y gas en Libia. Se dice que el petróleo de mayor calidad del mundo. En aquel momento había en el país una monarquía impuesta por la ONU pero el país sufría de hecho una colonización total anglonorteamericana que se apoderó del oro negro.
Diez años después, tras un período de revueltas, el coronel Muammar el Gadafi se alzó con el poder derrocando al corrupto rey Idris y a su incompetente corte. La primera medida que tomó fue nacionalizar la riqueza petrolera, la banca, los seguros y cerrar las bases militares inglesas y gringas. Después nacionalizó el 50% de todas las empresas extranjeras. Era defensor del panarabismo, el colectivismo y el Islam moderno. Defendía que la riqueza del país debía compartirse entre todos los ciudadanos.
Los gringos no se lo han perdonado. Han considerado que era el momento. Sobre todo porque en el país quedan las mayores reservas de petróleo de África estimadas en 43.000 millones de barriles. Y de la mejor calidad
8 comentarios:
La verdad es que nunca sabemos si lo que nos cuentan es de fiar o no si no leer varias cosas.
LOS PAISES IMPLICADOS EN LA DEFENSA DEMOCRATICA DEL PUEBLO LIBIO SON LOS MISMOS QUE LAS PETROLERAS IMPLICADAS INCLUIDA REPSOL ¿SERA CASUALIDAD?
Las atrocidades cometidas por los gobiernos de esos gigantes, recuerdan las ejecutadas por Adolfo Hitler
El líder libio planteó la nacionalización de las compañías petroleras de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Noruega, Canadá e Italia en el año 2009.
El 25 de enero de 2009, Muammar Al Gaddafi anunció que su país estaba estudiando la nacionalización de empresas extranjeras debido a la bajada de los precios del petróleo.
“Los países exportadores de petróleo deberían optar por la nacionalización debido a la rápida caída de los precios del crudo. Hay que poner el tema sobre la mesa y discutirlo seriamente”, afirmó Gaddafi.
“El petróleo debería ser propiedad del Estado en este momento, así podríamos controlar mejor los precios mediante el incremento o la disminución en la producción”, dijo el líder libio.
Estas declaraciones preocuparon a las principales empresas extranjeras que operan en Libia: la anglo-holandesa Shell, la británica British Petroleum, las estadounidenses ExxonMobil, Hess Corp, Marathon Oil, Occidental Petroleum y ConocoPhillips, la española Repsol, la alemana Wintershall, la austríaca OMV, la noruega Statoil, la italiana Eni y la canadiense Petro Canadá.
En 2008, la empresa petrolera estatal Libyan National Oil, ya elaboró un informe sobre el tema en el que altos funcionarios sugerían modificar los acuerdos de producción compartida con las empresas extranjeras para aumentar así los ingresos del Estado.
Fruto de estos cambios en los contratos, Libia ganó 5.400 millones de dólares en ingresos petroleros adicionales.
El 16 de febrero de 2009 Gaddafi dió un paso más allá e hizo un llamamiento a los libios a respaldar su propuesta de desmantelar el Gobierno y dar la riqueza petrolera directamente a los 5 millones de habitantes del país.
Sin embargo, su plan para entregar los ingresos del petróleo directamente a los libios tropezó con la oposición de altos funcionarios, que podrían perder sus puestos de trabajo debido a un plan paralelo de Gaddafi para limpiar al Estado de corrupción. Algunos funcionarios, entre ellos el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi y Farhat Omar Bin Guidara, del Banco Central, dijeron a Gaddafi que la medida podría perjudicar a largo plazo la economía del país debido a la “fuga de capitales”.
‘No tengais miedo a redistribuir directamente el dinero del petróleo y a crear estructuras de gobierno más justas y que respondan a los intereses del pueblo”, dijo Gaddafi en un Comité Popular.
Los Comités Populares son la columna vertebral de Libia. A través de ellos los ciudadanos son representados a nivel de distritos.
“La Administración ha fracasado y la economía del Estado ha fallado. Ya es suficiente. La solución pasa por que los libios reciban directamente los ingresos del petróleo y decidan qué hacer con ellos”, dijo Gaddafi en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Para ello, el líder libio instó a una reforma radical de la burocracia del gobierno.
Pese a ello, finalmente, altos funcionarios del Gobierno libio votaron por retrasar los planes de Gaddafi. Sólo 64 ministros de un total de 468 que integran el Comité Popular votaron a favor de esa medida. 251 vieron positivas las medidas pero optaron por demorar su ejecución.
Ante el rechazo del Comité, Gaddafi afirmó ante un acto público: “Mi sueño durante todos estos años era dar el poder y la riqueza directamente al pueblo”.
Complot contra Libia. Nazanín Amirian. Diario Público
En este país africano no hay hambruna, el 80 por ciento de la población está alfabetizado y tiene acceso al agua potable y la sanidad. La esperanza de vida es de 79 años y la tasa global de fecundidad es del 2.7, un signo claro del avance de la mujer. Lo inverosímil de la crisis de Libia, en la actual coyuntura de la región, es que los sublevados no son los ciudadanos, hartos de la dictadura férrea de Gadafi, sino jefes tribales –pseudo caudillos-, que respaldados por los comandos de la OTAN (cuya sensibilidad “humanitaria” se desactiva cuando Israel bombardea a los palestinos o Turquía a los kurdos) están empujando al país hacia una guerra civil. Declararlo como «estado paria» y convertirlo en un protectorado, encajaría a la perfección en la nueva estrategia de la OTAN, marcada por la lucha de las potencias para hacerse con el control de los escasos recursos energéticos que quedan. Libia es la principal reserva de petróleo de África, cuyo coste de producción del crudo, de gran calidad, no llega al dólar por barril, comparándo con el de Canadá, por ejemplo, que alcanza los 50 dólares. Toda una tentación para las petroleras estadounidenses, marginadas en el mercado libio que está dominado por Europa, China y Rusia.
El plan contra este país es sospechosamente parecido al de Irak, otro Estado árabe desarrollado, al que destruyeron para apoderarse de su Oro Negro.
El cenit petrolero acelera los acontecimientos. EEUU, ante la inestabilidad de Oriente Medio –principal caudal del crudo del mundo-, y la imposibilidad de adueñarse del hidrocarburo de Asia Central (zona de influencia de China y Rusia), pone su mirada en África. Allí, los chinos, adelantándose, ya cuentan con varios millones de efectivos que no sólo intentan controlar sus recursos energéticos, sino también sus mercados.
Mientras la posición geoenergética de Libia seduce a Washington, Pekín abandona su política “no militarista” y anuncia su rearme, enseñando los dientes.
Estamos ante una nueva recomposición de las zonas de influencia, en la que Gadafi no es más que una miserable pieza de una pérfida maniobra de EEUU.
Prefiero analizar esto desde otra perspectiva, que parece estar en segundo plano en este momento. Y tras ese análisis, tomo postura.
1. Las revueltas de la población civil en los países árabes y musulmanes son, sin duda, el único hecho modernizante de este lamentable nuevo milenio en el que vamos camino de seguir igual que en el S.XX, cuando no peor. Desde que empezaron esas revueltas he encontrado muchas similitudes con lo que ocurrió en el mundo en los años 60 y en especial las revueltas mundiales del 68. Era la población civil la que se oponía a una supuesta estabilidad y los gobiernos se liaban a tiros contra ellos con tal de no perder las riendas. La juventud contra la gerontocracia. Así empezó en Túnez y así sigue en el resto de su entorno.
2. Se está reprimiendo a quienes protestan, con increíble violencia. De nuevo, como en los años 60. Sin embargo Gadafi traspasó los límites desde el primer momento, reprimiendo las revueltas de civiles libios como si se tratase de una invasión extranjera. Ya no son sólo bravuconadas como las de Mubarak, que sobrevolaba con aviones militares sobre los manifestantes; Gadafi ha lanzado misiles desde esos aviones contra ellos. De hecho, desde el primer momento, Gadafi y su hijo han hablado de guerra civil y de resolver las revueltas con un baño de sangre.
3. No puedo evitar el recuerdo de la Guerra Civil Española y de cómo muchos siempre hemos pensado que fue una vergüenza que otros países hablaran de que se trataba de un problema interno español, para permitir que finalmente ganara el fascismo. La no-intervención de entonces reforzó a los nazis alemanes y a los fascistas italianos. Pero, además, sembró los territorios de quienes luego se proclamaron "aliados" de fascistas admiradores de Hitler y Musolini... y Franco. Así le resultó tan fácil a Alemania hacerse con el control de Francia, por ejemplo, al principio de la Segunda Guerra Mundial.
4. La guerra no acaba de empezar en Libia, lleva ya demasiado tiempo. El final de semejante masacre contra la población civil estaba incluso cerca de un final en favor del criminal de guerra. Con ello, Gadafi estaría marcando el camino para el resto de países árabes y musulmanes, para acabar con las revueltas. Curiosamente, ahora que ya no tiene el control de su territorio, se reavivan las revueltas en otros países del entorno, puesto que los ciudadanos vuelven a sentirse fuertes.
Abreviando, termino con mi propio eslogan: "No a la guerra de Gadafi"; no podemos dejar que gane y que se cargue las revueltas que tanta ilusión despiertan. Que sigan siendo las revueltas de Túnez las que marquen el camino a seguir, y no una victoria sanguinaria y criminal de semejante asesino. Es el belicismo de Gadafi, su falta de legitimidad y lo que ha demostrado con hechos que es capaz de hacer lo que más me preocupa, pero sin olvidar que la guerra la inició él, contra sus propios ciudadanos. Mientras, los demás países árabes y musulmanes toman nota. Soy antifascista y Gadafi es un fascista en guerra contra su propio pueblo.
Es evidente que lo que quieren de Libia, es el petróleo y sus planes con compartimentar la propia Libia y mantener un asentamiento para el control de la revolución comenzada en Túnez y Egipto, esos son sus planes. y el gobierno Zapatero, no sólo se pliega sino que, realiza una campaña con su ministra a la cabeza.
"el que más bombardee es el que mayor tajada se llevará de la cuota del petróleo cuando se tenga que repartir".
Cayo Lara ha criticado la "hipocresía" de España y de Europa, ante un Gadafi "que ayer era amigo", de "Sarkozy, del Rey Juan Carlos, de Zapatero y de todos los mandatarios".
Así, ha asegurado que "cuando se aplaudía" a Gadafi se estaba "haciendo negocio de armas por petróleo" y "esas armas son las que ahora quieren destruir y el petróleo es con el que ahora van los aviones a Libia".
El coordinador general de IU, que puntualizó que su rechazo a la guerra no supone que se defienda a Gadafi
Cayo Lara ha manifestado que "cada día existen más dudas", y ha puesto en entredicho que el régimen de Gadafi haya cometido los asesinatos de civiles. "¿Hemos visto los asesinados de Gadafi, alguien los conoce, han circulado por las agencias que suministran comunicación, y si los hubiese habido, no habría ya fotografías?", ha afirmado.
También el coordinador general de IU quiso matizar las distintas ideas surgidas en torno al levantamiento ciudadano en contra de Gadafi, asegurando que no es comparable con los movimientos civiles de Egipto o Túnez, puesto que en el caso de Libia, ha sido protagonizado por "una tribu" que, a su juicio, "se levanta contra un dictador", y con una importante capacidad armamentística que les hace disponer incluso de tanques.
Así, Cayo Lara sostiene que el levantamiento contra Gadafi se produce "por algo" y que la "decisión estaba premeditada". En su teoría sobre los "intereses" existentes en torno al conflicto de Libia, ha apuntado hacia Estados Unidos, que "no se llevaba petróleo" del país, pero ahora "puede que sí se lo lleve".
El responsable de Izquierda Unida ha añadido que en Libia se espera "lo peor", con una guerra civil, con un "reguero de sangre que puede tardar mucho en resolverse y va a crear mucho sufrimiento" en un país, ha destacado, con una de las "rentas per capita más alta de los países del norte de África, 16.000 euros".
Como no podía ser menos, vamos camino de repetir los errores de la primera campaña contra Saddam Hussein, está claro que tarde o temprano esta guerra la ganaran los aliados aunque sea por abrumadora superioridad armamentística.
Lo que no está claro es que pasara después, según parece se dejaría a Gadafi mantenerse en el poder, o por lo menos nada dice la resolución 1973 de las naciones unidas al respecto de derrocarle del poder y como ha confirmado el Departamento de estado Norteamericano la salida de Gadafi es el objetivo a largo plazo, no el objetivo de esta operación militar, y en caso de derrocarlo, ¿Quién tomaría el poder?, ¿Quién dirige a los rebeldes?, ¿Cuáles son los ideales y objetivos de esos rebeldes?.
Demasiadas preguntas importantes sin respuesta, en una guerra en la que no nos ponemos de acuerdo ni quien manda las tropas de la coalición.
El único error que parece que no vamos a repetir es permitir que se transmitan imágenes de muertos o heridos, no vaya a ser que veamos que en una guerra a la gente se la mata.
En el año 1959 se encontró petróleo y gas en Libia. Se dice que el petróleo de mayor calidad del mundo. En aquel momento había en el país una monarquía impuesta por la ONU pero el país sufría de hecho una colonización total anglonorteamericana que se apoderó del oro negro.
Diez años después, tras un período de revueltas, el coronel Muammar el Gadafi se alzó con el poder derrocando al corrupto rey Idris y a su incompetente corte. La primera medida que tomó fue nacionalizar la riqueza petrolera, la banca, los seguros y cerrar las bases militares inglesas y gringas. Después nacionalizó el 50% de todas las empresas extranjeras. Era defensor del panarabismo, el colectivismo y el Islam moderno. Defendía que la riqueza del país debía compartirse entre todos los ciudadanos.
Los gringos no se lo han perdonado. Han considerado que era el momento. Sobre todo porque en el país quedan las mayores reservas de petróleo de África estimadas en 43.000 millones de barriles. Y de la mejor calidad
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