Si te quieres unir, como nosotros lo hemos hecho, a la iniciativa de pedir la no recalificación de la finca de la familia Royo Horma, en Bañales que contempla el derribo de la vivienda unifamiliar actualmente existente conocida como casa de D. Agustín, para construir en el solar varios bloques de viviendas, puedes leer la alegación completa y puedes descargarte el documento desde aquí.
4 comentarios:
¿Hay alguna propuesta en el PGOU para esa zona de Ortuella?
Si. en una de las ultimas comisiones de urbanismo se aprobó, con el unico voto del PNV una actuación que afectaría a la parcela de la familia Royo, incluyendola en una actuación más amplia que abarcaría la parte trasera de esa finca. Se trataria de viviendas tasadas en su mayoría.
Algún interés tenía que haber para que se intentasen desacer de esa casa tan rápido; ¿no?
Publicado en "El Correo" 2-3-2008.
"La explotación minera lo fue prácticamente todo para Ortuella. No sólo atrajo a miles de inmigrantes y gestó su separación de Santurtzi, sino que moldeó auténticas joyas patrimoniales. Casas de mineros y antiguos yacimientos conviven con la población local. Junto a ellos, aún puede verse un «perfecto» modelo de vivienda unifamiliar típica de la burguesía de finales del siglo XIX: un edificio conocido como el palacete de las hermanas Royo o la casa del médico Don Agustín. El inmueble se halla en mal estado de conservación tras sufrir dos incendios a manos de unos 'okupas'. Pocos meses después, el Ayuntamiento -propietario de la emblemática construcción-, ha iniciado los trámites para construir alrededor de 74 pisos a precio tasado en el solar previo derribo del complejo. Una idea que ha suscitado un importante rechazo popular.
Ocho asociaciones vecinales, particulares y la sociedad de nuevo cuño Kultura Ezkerraldean han aunado esfuerzos en busca de la conservación del palacete. Todos han presentado alegaciones a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana en la zona de Bañales-Saugal. Apoyan la 'cruzada' emprendida por los conocidos historiadores locales José Rodríguez Andrés y Juan Ignacio Rodríguez Camarero. Dicen los expertos que «es el edificio más valioso y significativo que existe hoy en Ortuella». Está incluido en el catálogo de interés histórico-artístico del planeamiento urbanístico y goza, por ende, de una protección absoluta en cuanto a su conservación. «Para eliminarlo se basan en criterios urbanísticos que no son aplicables a este contexto. La preservación de un bien cultural debe realizarse desde planteamientos históricos, artísticos o culturales», protestan los impulsores de la iniciativa.
La historia del edificio se remonta a la década de 1880. En aquellos años, Tomás de Horma y Ajuriagogeaskoa -primer alcalde de la localidad minera- ordenó levantar la vivienda. Allí se alojó su familia y pasó a manos de su yerno, el médico Agustín Royo. Sus hijas lo heredaron antes de venderlo a la institución local.
Sin sensibilidad
Para los historiadores, Ortuella se queda sin patrimonio con el paso de los años. Ven cómo la sensibilidad «brilla por su ausencia» en este ámbito y creen que la reciente desaparición de dos edificios habitados en su día por la familia Zubimendi en la Avenida Lasagabaster justifica aún más la conservación del palacete. «Era otro claro ejemplo residencial de la burguesía local». De ahí que hayan decidido pasar ahora a la acción. Confían en que el Consistorio recapacite.
Las agrupaciones de residentes Aizaharbe, Urbegi, Bañales, Mendialde, La Ralera-Golífar, Sugorri y Plural-Anitzak les apoyan. Al igual que Kultura Ezkerraldean. «Se está acabando con la memoria, historia, personalidad e identidad del pueblo», clama Felipe Valle, representante de la entidad."
De nuevo " El Correo " publica en su sección local a fecha de hoy lo siguiente:
«Todavía no está tomada una decisión definitiva». El Ayuntamiento de Ortuella no descarta modificar el proyecto inicial para construir unos 74 pisos de protección local en Bañales. A pesar de que el plan incluye el derribo de un palacete municipal de finales del siglo XIX, el equipo de gobierno podría mantener finalmente el edificio en pie y aceptar de este modo la petición de ocho asociaciones del municipio. «Cuando se cierre el plazo de presentación de alegaciones, me sentaré con el concejal de Urbanismo para tomar una decisión», reveló ayer el edil de Cultura, Txemi Tejedor.
El representante de EA subrayó que su partido aboga por la conservación del histórico inmueble. De hecho, era uno de los puntos de su programa electoral. El problema es que, tras sufrir dos incendios cuando era habitado por 'okupas', el palacete está «en muy mal estado». En este sentido, Tejedor estima que pueden buscarse soluciones imaginativas para financiar la rehabilitación. Algo «complicado», pero compartido al parecer por sus socios del PNV.
Desde la oposición, el PSE-EE se muestra tajante: «No queremos que se tire el edificio». El grupo apoya la demanda vecinal, al igual que Ezker Batua, sin representación en el Consistorio. El portavoz socialista, Dani Arranz, espera que se tenga «la misma sensibilidad» que con el horno declarado monumento. «El proyecto actual lleva implícito el derribo del palacete. ¿Lo han dejado morir!», protesta.
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