martes, 5 de mayo de 2009

SOS racismo denuncia:

Gracias a Joseba, un colaborador de Portugalete, ponemos en vuestro conocimiento, la nota emitida por SOS Racismo ante la Declaración de Seguridad de los Gobiernos de España y Francia
La Federación de Asociaciones de SOS Racismo quiere mostrar un rotundo rechazo a la Declaración sobre Seguridad Interior que han firmado Nicolas Sarkozy y Jose Luis Rodríguez Zapatero dentro del marco de la cumbre hispano francesa y que amplia la coordinación policial al ámbito de la inmigración.

Desde SOS Racismo denunciamos:

• Como una vez más la política de inmigración se incluye y mezcla con la lucha contra el terrorismo y la delincuencia. El mismo título del documento ya implica contemplar la inmigración como problema y como amenaza a la seguridad nacional. Hablar de inmigración a la vez que de narcotraficantes y terroristas implica criminalizar la inmigración.
• La propuesta de coordinar la detención de personas inmigradas en situación irregular significa legitimar la persecución y cacería de personas inmigrantes indocumentadas. Órdenes institucionales como las que se descubrieron en las comisarias de Madrid, no solo han quedado en total impunidad sino que ahora se plasman en un documento oficial sin ningún tipo de rubor. Las detenciones colectivas, e indiscriminadas de personas inocentes son una fragante vulneración de los Derechos humanos e impropias de un estado democrático.
• La materialización que este acuerdo implica de situaciones que ya desde hace tiempo se están llevando a la práctica y que implican muertes y vulneraciones de derechos humanos como es la política de externalización de fronteras y los vuelos de repatriaciones colectivos. El gobierno español no solo apoya la directiva de la vergüenza sino que se pone a la cabeza en concretar y coordinar aquellas prácticas que consolidan una política de repatriaciones, expulsiones y campos de internamiento acorde con la Europa más xenófoba y con postulados de la extrema derecha.
• La llamada "lucha contra la inmigración ilegal" supone en el fondo siempre mayor control policial en lugar de planteamientos que amplíen y creen mecanismos regulares de entrada. Decir que se lucha contra las supuestas mafias manteniendo el blindaje de fronteras y su externalización es una pura falacia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y no decís nada de la denuncia de SOS a los vecinos de La Arboleda de racistas? Se han pasado dos pueblos los de SOS. Sólo piden un pueblo tranquilo y no vivir en tensiones. No es oposición a una familia por su origen étnico, sino por su conflictividad. ¿O acaso las instituciones pensaban que enviando la familia a un piso gratis a lo alto de una montaña solucionaban el problema de Sestao?
SOS Racismo se equivoca y enjucia a los vecinos con prejuicios.

Plural Anitzak dijo...

No conocemos el posicionamiento de SOS racismo en ese conflicto, pero les pasamos vuestro comentario para que lo conozcan y os puedan dar , si es posible en este mismo foro su visión del tema. Gracias.

Alberto dijo...

Hay un Guantanamo en Mauritania:
No todos los fondos que España destina a cooperación en países en desarrollo se emplean en desarrollar. Algunos se utilizan para seguir subdesarrollando y, lo que es peor, financian actividades que consideramos inmorales.
El centro de detención de inmigrantes de Nouadhibou, en Mauritania, forma parte de esas inmoralidades que gobiernos democráticos como el español fomentan en el Tercer Mundo, en plan colonialista, para librarse del estigmático y poco electoral problema de la inmigración.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido al Gobierno español que cierre ese pequeño Guantánamo, entre otros motivos porque ni fue abierto "sobre base legal alguna ni reúne condiciones" para la acogida de personas.
El Guantanamito, como lo denominó Amnistía Internacional el año pasado, es una especie de centro de paso al que son enviados los inmigrantes expulsados de Canarias y en el que permanecen mientras no se les "endosa" a otro país, no importa que no sea el suyo.
En un informe elaborado por encargo, curiosamente, del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, la CEAR asegura que quienes son enviados allí viven en condiciones de hacinamiento extremo en las celdas habilitadas, viejas aulas de ventanas selladas y con ventilación insuficiente. En sus 40 metros cuadrados acogen entre 15 y 17 literas desnudas, en las que los detenidos permanecen 24 horas al día porque no se les permite realizar más actividad que caminar los 60 metros que les separan de las letrinas. (Ver informe completo).
Está muy bien reclamar y defender derechos en el propio país y en los ajenos, pero España debería controlar lo que se gestiona con "su" dinero, con nuestro dinero, allí donde, precisamente, tanto su legislación como la comunitaria no son, siquiera, ni papel mojado.