Había una vez un calcetín rojo que no tenía pareja .Un calcetín desparejado es la cosa más triste del mundo. Nadie lo compra, nadie se lo pone .Lo pusieron en el escaparate , en el montón de las rebajas. Lo miraban, lo tocaban, y todos pensaban lo mismo: ¿Qué puedo hacer yo con un calcetín si no tiene pareja? Después de dar mil vueltas por todos los rincones de la tienda un dia lo metieron en una caja con otro calcetín desparejado. La caja era muy bonita y decía "Última moda" en letras doradas. La gente pensó que aquella moda era muy original y fué la solución de muchos calcetines desparejados.
2 comentarios:
Así es el mercado. Si tengo un producto que no consigo vender, me invento una nueva necesidad y se la inculco al consumidor...
CONSUMIDOR = VÍCTIMA
Como ha pasado con algunos fármacos, primerominvento el medicamento y luego asusto con la enfermedad. Para un calcetín deparejado nada como un móvil de última generación. Hacen buena pareja.
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