martes, 18 de mayo de 2010

Efectos en la poblacion pediatrica de la radiacion electromagnetica

Desde Valencia nos llega este informe del Dr Ferris, una de las mayores autoridades en oncologia infantil a proposito de un tema similar al nuestro de Ortuella en un barrio de su comunidad. Desde aquí puedes descargarte el informe completo pero exponemos sus conclusiones:

1º. La Salud Medioambiental constituye uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI.

2º. La población pediátrica es especialmente vulnerable a los efectos adversos de los contaminantes medioambientales físicos, químicos, biológicos y sociales.

3º. El cáncer pediátrico, como todas las enfermedades, es el resultado final de una combinación del determinante constitucional y medioambiental.

4º. Cada determinante está constituido por múltiples factores de riesgo, siendo la mayoría desconocidos.

5º. Las leucemias agudas, con una incidencia anual de aproximadamente 4 casos por cada 100.000 niños menores de 14 años, son, con la tercera parte de los cánceres pediátricos, la variedad más frecuente.

6º. La radiación electromagnética de frecuencias extremadamente bajas, constituye un contaminante físico ambiental.

7º. Este tipo de radiación, generada por las instalaciones que producen, transportan, transforman, depositan y aplican la energía eléctrica, es omnipresente en el mundo industrializado.

8º. La gran mayoría (más del 95%) de las residencias de los países industrializados están expuestas a densidades magnéticas medias producidas por la energía eléctrica de menos de 0.1 μT.

9º. La exposición media residencial a densidades de campo magnéticas superiores o iguales 0.3 - 0.4 μT están asociadas a un incremento del riesgo de desarrollar leucemia aguda infantil: acumulativamente, el riesgo de desarrollar una leucemia aguda es aproximadamente de 1 por cada 1000 niños.

10º. A pesar de las limitaciones de los estudios epidemiológicos, la comunidad científica internacional acepta que el aumento del riesgo oscila entre el 70% - 100% respecto al esperado con exposiciones menores de 0.1 μT.

11º. El desconocimiento de los mecanismos biológicos exactos y la falta de reproducibilidad en animales de experimentación, constituyen unas barreras para que la asociación entre la exposición crónica a densidades inferiores o iguales a 0.3 - 0.4 μT y el incremento de las leucemias agudas infantiles sea aceptada como causal.

12º. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, cataloga a las REM-FEB (Radiaciones Electromagnéticas generadas por Frecuencias Extremadamente Bajas) como posible cancerígeno humano, limitado a las leucemias agudas infantiles.

13º. Habitamos en un mundo físicamente construido por los adultos y funcionalmente diseñado para los adultos. De la carga global de enfermedades atribuidas a factores ambientales, el 40% recae en menores de 5 años, que sólo constituyen, como mucho, el 10% de la población.

14º. La Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea, son las principales impulsoras de la incorporación de todos los procesos tecnológico- industriales dentro del marco preventivo del Principio de Precaución o Cautela.

15º. En dicho marco, todas las decisiones políticas y legales han de basarse, no sólo en razones científicas puras, sino también, con igual o mayor peso, en razones éticas, emocionales y sociales.

16º. Se debe proteger y promocionar la salud medioambiental humana, prestando especial atención a los grupos de edad poblacionales más vulnerables, en particular los periodos fetal e infantojuvenil.

17º. Se debe aplicar el Principio de Precaución ante las exposiciones a riesgos ambientales donde la evidencia científica está muy limitada, los desconocimientos son muy amplios y los efectos a medio-largo plazo graves e irreversibles.

18º. El límite de seguridad de la densidad magnética para las personas adultas, establecido en 100 μT, es completamente inadecuado para garantir plenamente la salud infantil.

19º. Las autoridades político-sanitarias y jurídicas han de garantizar que en todas las viviendas del barrio de Patraix y adyacentes, la exposición media a las radiaciones electromagnéticas sean inferiores a 0.1 μT.

20º. Existen alternativas tecnológicamente factibles, económicamente viables y legalmente posibles para que la población infantil del barrio de Patraix y adyacentes no padezca una situación de injusticia medioambiental.

4 comentarios:

Gloria dijo...

Para aquellos que dicen a veces en sus comentarios que no hay nada serio ni bien estudiado en este tema les pido como madre, su lectura con calma antes de seguir diciendo cualquier cosa. Nadie dirá al leerlo que no es equilibrado y poco amarillista a la vez que contundente en sus apreciaciones.

Anónimo dijo...

Nuestros-as compañeros-as de Oikosambiental de Cataluña han contactado con la organización francesa de defensa de la salud frente a las microondas Next-up, que es una de la más prestigiosas del mundo, solicitando apoyo a nuestra campaña contra las radiaciones y recomienda a todos-as sus amigos-as que visiten la web de Next-up (www.next-up.org) en general y en particular para confirmar las informaciones sobre alternativas a las microondas del WiFi, móvil, etc.

Un cordial saludo:

Irune

Anónimo dijo...

Si uno quiere fumar, fuma, si uno quiere beber , bebe, ... pero si uno no quiere ser irradiado por campos magnéticos de lineas de alta tension o microondas derividas de las radiofrecuencias de las tecnologías inalambricas de telefonía o internet no puede hacer nada, porque depende en que zonas éstas invaden nuestro domicilio porque lo han decidido las empresas o los politricos. Esto viola la Constitución Española en los Artículos 15 y 18 y la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Anónimo dijo...

Si se conviene en que es necesario colocar la protección de la salud de los ciudadanos por encima de otras consideraciones de desarrollo o económicas, entonces las normativas adoptadas por la Unión Europea deberían revisarse hasta los límites donde hoy encontramos posibles efectos a nivel celular. La conferencia de Salzburgo recomendó límites para la población situados en 0.1W/cm2 , límite que ya han adoptado en España algunos municipios y la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha para los llamados lugares sensibles (colegios, hospitales, centros geriátricos etc.). Otros países europeos ( Italia, Suiza, etc) adoptan límites que se sitúan en niveles de exposición de 10 microW/cm2 y otros en fin, como el nuestro, los fijan en 450 ó 900 microW/cm2 según se trate de frecuencias de 900 ó 1800 MHz. No parece que tenga mucho sentido que en la Unión Europea existan criterios tan dispares a la hora de proteger la salud de los ciudadanos. Disminuir los niveles es posible también para la industria. Hoy casi ninguna antena de telefonía móvil emite por encima de los 10 microW/cm2 por lo que no existe ninguna razón para mantener unos límites basados exclusivamente en el efecto térmico desconociendo los cientos de trabajos que encuentran efectos no térmicos y que han sido descritos en esta revisión.