Yo ahora quiero hablaros del mutuo respeto. El respeto forma parte del verdadero amor. Sin él, el mismo amor se hace inconsistente, inestable y amenaza marchitarse.Cuando dos personas deciden unirse para afrontar juntos la aventura de la vida es porque tienen mucho en común. Pero no todo.
Cada uno conserva siempre una parte de intimidad, de libertad, de seguir siendo,a pesar de la unión, uno mismo.Hay una parte de la propia trayectoria personal que no se puede compartir.La unión de los cuerpos no significa la unión de las personas.
Una unión cuya vida en común resulte demasiado absorvente puede llegar a ser incomoda y desenbocar en resignación o en rebelión. El amor no debe inpedir el desarrollo de la persona que amamos y si alguien pretende controlar a la otra persona, la frenamos o la disgustamos,porque lo que hace no es de nuestro total agrado.....le estamos inpidiendo su desarrllo como persona.
Cada uno, por mucha intimidad y unión que tenga con su pareja, tiene derecho a mantener su propia vida privada, su parcela de soledad.Derecho quiere que puede, o no, compartirlo, pero no necesariamente.
El respeto al otro, aunque sea la persona más querida, supone no intervenir en su conciencia, no controlar su vida constantemente, dejar libertad para que la unión no sea una carga sino una ayuda.
Respetar al otro no significa disminuir la unión, sino que es la condición para que la vida en común sea un refuerzo y no una carga. Y se convierte en una carga cuando alguien siente que el amor del otro, es posesivo, absorvente o celoso.
Y su personalidad terminará rebelandose por la intromision del otro, que él siente, que le obstaculiza su desarrollo como persona.
Digo estas cosas porque es demasiado frecuente ver como parejas que mucho se quisieron terminan por entrar en crisis. Pienso que la causa está en que no supieron, o no quisieron, guardar estas distancias que el respeto al otro impone.
Andres Arenas Rosa
2 comentarios:
Creo que se os ha ido un poco la olla.
Yo también creo que en este blog se pueden recoger reflexiones personales porque no todo en la vida son los asuntos públicos. Tener un lugar de debate para lo privado es una buena idea.
Respecto a lo que dice Andrés yo añadiría, por experiencia personal, que siempre estamos entre la tensión que se genera entre la dependencia y la independencia. El problema es que el tiempo da poco de sí y al tener poco tiempo libre si dedicamos bastante tiempo a nuestros asuntos, puede ocurrir que nuestra pareja se dedique a sus asuntos y lo de cultivar "el tiempo necesario para hacer cosas divertidas juntos" se quede bastante resentido o que incluso se esfume. Creo que, en general, sobrevaloramos la palabra libertad. Existen otros valores que erosionan nuestra libertad y merecen la pena. Yo creo que por la libertad no debemos pagar cualquier precio.
Como siempre la dificultad está en encontrar ese punto de equilibrio personal o de pareja.
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