–He pasado la mayor parte del día pensando lo que no debería pensar, deseando lo que no debería desear, haciendo planes que no debería hacer.
El maestro señaló a una planta y le preguntó al discípulo si sabía lo que era.
–Belladona. Puede matar a quien se come sus hojas.
–Pero no puede matar a quien simplemente la contempla. De la misma forma, los deseos negativos no pueden causar ningún mal, si no te dejas seducir por ellos.
Recogido por Jorge Bucay
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