Una niña se acostó en su cama y se durmió. Mientras dormía, soñó que estaba en su cama durmiendo y soñando que sus sueños eran tan reales como cuando estaba despierta. Soñó que en sus sueños jugaba con tantos colores, oía tantos sonidos, hablaba tanto con sus amigas, y queria tanto a su cachorro como en su vigilia. Soñó que era incapaz de distinguir cuando soñaba y cuando estaba viviendo la realidad. Y la palabra realidad perdió su significado. Entonces soñó que despertó de su sueño, y que decidió nunca más volver a dormir para evitar soñar. Y siguió despierta para siempre, en su sueño.
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