Peor el remedio que la enfermedad:

Hay muchos ayuntamientos, también el nuestro, que en estos momentos en que los plásticos son una autentica pandemia medioambiental reparten alegremente bolsas de plástico entre los dueños de perros. Los números ,  no son tontería . El pasado año 2016 el ayuntamiento de Bilbao repartió 10 millones de bolsas, que se dice pronto. En Ortuella desconozco cuantas acompañaban a los huesitos promocionales que repartió el ayuntamiento, pero la dirección es la misma. Y a la vez  se nos llena la boca de orgullo y satisfacción con que los Supermercados reduzcan sus entregas de bolsas a los clientes.

En un paseo diario de media hora por los alrededores de casa he podido ver donde acaban bastantes de estas bolsas. Cada vez es mas frecuente encontrar estos nuevos residuos , ahora subvencionados.

Si las mierdas de perro tardan unas semanas en degradarse , envueltas en estas bolsas rositas o azules les costará unas decenas de años para desaparecer a la vista y una centena de años para degradarse definitivamente. Ahora tenemos  ademas de mierdas por los suelos, bolsas con mierda por los rincones.

Parece que además puestos a gastar, "participativamente" en este caso, vamos hacia unas ordenanzas que proponen un analisis del ADN de las heces de los perros como forma de penalizar a sus dueños descuidados. Me dice un amigo abogado que este sistema abre un fascinante nuevo mundo que nos hará enloquecer cada vez que empiecen las denuncias y los dueños recurran con asesoría jurídica las correspondientes sanciones.

A ver si nos centramos en el origen de este problema y dejamos de ensayar con dinero publico paridas que claramente ni funcionan (como indican las fotos) , ni van a funcionar. Conozco a algunos dueños de perros muy responsables, pero si llevamos abiertos los ojos se ven también un montón de mierdas en las aceras y en los jardines , abundantes rastros de meadas en paredes que nos llenan además de mal olor,  ahora bolsitas de colores con porquerías. Parece que nos sobra el dinero y el tiempo para lanzar medidas sin hacer una adecuada valoración del problema , ni evaluar como se debe cuales son los resultados de las medidas que anuncian a bombo y platillo.