El Arzobispo Emérito Desmond Tutu, en una entrevista
exclusiva para Haaretz, llama a un boicot global a Israel y urge a Israelíes y
Palestinos a mirar más allá de sus líderes para encontrar una solución
sostenible a la crisis en toda la zona.
By Desmond Tutu : Originalmente publicado por
http://www.haaretz.com/opinion/1.610687. Traducción hecha por la comunidad de
Avaaz.
"En las últimas semanas hemos visto en todo el mundo
una movilización sin precedentes por parte de la sociedad civil contra la
injusticia que supone la brutal y desproporcionada respuesta Israelí al
lanzamiento de misiles desde Palestina.
Si sumamos todas las personas que se manifestaron pidiendo
justicia entre Israel y Palestina el pasado fin de semana en Ciudad del Cabo,
Washington, Nueva York, Nueva Delhi, Londres, Dublín, Sidney y todas las demás
ciudades, ésta ha sido, probablemente, la mayor protesta ciudadana por una
misma causa en toda la historia de la humanidad.
Hace un cuarto de siglo participé en concurridas
manifestaciones contra el apartheid. Nunca imaginé que volveríamos a ver de
nuevo manifestaciones de ese calibre, pero la afluencia de gente el sábado
pasado en Ciudad del Cabo fue igual si no mayor. Entre los participantes se
encontraban jóvenes y ancianos, musulmanes, cristianos, judíos, hinduístas,
budistas, agnósticos, ateos, negros, blancos, rojos y verdes... tal como cabría
esperar de una nación dinámica, tolerante y multicultural.
Pedí a la multitud que corease conmigo: "Nos oponemos a
la injusticia que supone la ocupación ilegal de Palestina. Nos oponemos a las
matanzas indiscriminadas en Gaza. Nos oponemos a la humillación a la que
someten a los Palestinos en los retenes y controles de carreteras. Nos oponemos
a la violencia perpetrada por todas las partes. Pero no nos oponemos al pueblo
judío".
Al inicio de la semana, solicité a la Unión Internacional de
Arquitectos, reunida en Sudáfrica, la suspensión temporal de Israel de su
organismo.
Supliqué a los hermanos y hermanas israelíes presentes en la
conferencia que se desvincularan personal y profesionalmente de los proyectos y
construcciones de infraestructuras relacionadas con la perpetuación de la
injusticia, tales como el muro de separación, las terminales de seguridad, los
puestos de control y los asentamientos en los territorios palestinos ocupados.
Dije: "Les ruego que lleven este mensaje a casa:
cambiemos el rumbo de la violencia y el odio sumándonos al movimiento pacífico
para que la justicia llegue a toda la gente de la región".
En las últimas semanas, más de 1,6 millones de personas en
todo el mundo se han unido a este movimiento sumándose a una campaña de Avaaz
que pide a las multinacionales que se lucran de la ocupación israelí, y/o están
implicadas en el abuso y la represión al pueblo Palestino que se retiren. La
campaña se dirige específicamente al fondo de pensiones holandés, ABP; al banco
Barclays, al proveedor de sistemas de seguridad, G4S; a la compañía francesa de
transportes, Veolia; a la empresa de ordenadores, Hewlett-Packard; y la
proveedora de excavadoras Caterpillar.
El mes pasado, 17 gobiernos de la UE instaron a sus
ciudadanos a evitar hacer negocios o invertir en los asentamientos ilegales
israelíes. Además hemos sido testigos de la retirada de decenas de millones de
euros de bancos Israelíes por parte del fondo de pensiones holandés, PGGM; de
la desinversión de G4S a través de la fundación Bill y Melinda Gates; y de cómo
la Iglesia Presbiteriana de los EE.UU. ha sacado unos 21 millones de dólares de
HP, Motorola Solutions y Caterpillar.
Este movimiento está cobrando fuerza.
La violencia engendra violencia y odio, que sólo engendra
más violencia y más odio.
Nosotros, los sudafricanos, conocemos bien la violencia y el
odio. Comprendemos el dolor que supone ser los apestados del mundo, cuando
parece que nadie te entiende ni tiene el deseo de escuchar siquiera cuál es tu
punto de vista. Nosotros venimos de ahí. También conocemos los beneficios que,
con el tiempo, trajo el diálogo entre nuestros líderes; cuando fueron
levantadas las prohibiciones sobre las organizaciones etiquetadas como
"terroristas" y sus líderes, incluyendo a Nelson Mandela, fueron
liberados del encarcelamiento, del destierro y del exilio.
Sabemos que cuando nuestros líderes comenzaron a dialogar,
la justificación de la violencia que había arruinado nuestra sociedad se disipó
y desapareció. Los actos de terrorismo perpetrados tras el inicio del diálogo,
como los ataques a una iglesia o a un bar, fueron condenados casi universalmente,
y el partido responsable se resintió en las urnas.
La euforia que siguió a nuestra primera votación conjunta no
fue del dominio exclusivo de los negros Sudafricanos. El verdadero triunfo de
nuestra solución pacífica fue que todos nos sentimos incluidos. Y más tarde,
cuando presentamos una constitución tan tolerante, compasiva e inclusiva que
habría hecho que Dios se sintiera orgulloso, todos nos sentimos liberados.
Por supuesto, ayudó que contáramos con un conjunto de
líderes extraordinarios.
Pero lo que forzó definitivamente que estos líderes se
sentaran en torno a la mesa de negociaciones fue el cóctel de persuasivas
herramientas no violentas desarrolladas para aislar a Sudáfrica económica,
académica, cultural y psicológicamente.
Llegados a cierto punto el gobierno se dio cuenta de que el
coste de intentar mantener el apartheid sobrepasaba sus beneficios. En los 80,
la suspensión del comercio con Sudáfrica por parte de empresas multinacionales
sensibilizadas fue una de las claves que permitió doblegar el apartheid sin
derramar sangre. Esas empresasentendieron que contribuyendo a la economía
sudafricana eran partícipes del mantenimiento de un statu quo injusto.
Aquellos que continúan haciendo negocios con Israel,
contribuyendo a mantener un sentido de “normalidad” entre la sociedad Israelí
le están haciendo un flaco favor a los pueblos de Israel y Palestina. Están
formando parte de la perpetuación de un statu quo absolutamente injusto.
Aquellos que contribuyen al aislamiento temporal de Israel
están diciendo que tanto Isralíes como Palestinos tienen el mismo derecho a la
dignidad y la paz.
Por último, los sucesos en Gaza del pasado mes servirán para
demostrar quién cree en la valía de los seres humanos. Se está volviendo cada
vez más evidente que políticos y diplomáticos no están siendo capaces de
encontrar respuestas, y que la responsabilidad para mediar una solución
sostenible a la crisis en Tierra Santa recae en manos de la sociedad civil y de
los ciudadanos de Israel y Palestina Además de la reciente devastación de Gaza,
seres humanos decentes de todas partes -incluyendo muchos en Israel- están
profundamente molestos por las diarias violaciones a la dignidad humana y a la
libertad de movimiento impuesta a los Palestinos en los retenes y controles de
carretera. Las políticas de ocupación ilegal de Israel, junto con la
construcción de asentamientos en tierras ocupadas complican aún más el ya
difícil objetivo de lograr un acuerdo futuro aceptable para todas las partes.
El Estado de Israel se está comportando como si el mañana no
existiera. Sus gentes no tendrán las vidas pacíficas y seguras que anhelan –y
merecen– mientras que sus líderes perpetúen las condiciones que sostienen el
conflicto.
He condenado a los palestinos responsables del lanzamiento
de misiles y cohetes a Israel. Están dando fuelle a las llamas del odio. Me
opongo a todas las manifestaciones de violencia.
Pero debemos tener muy en claro que el pueblo de Palestina
tiene todo el derecho de luchar por su dignidad y libertad. Ésta es una lucha
que tiene el apoyo de muchos alrededor del mundo.
No existe problema humano irresoluble cuando los seres
humanos aúnan sus esfuerzos con el sincero deseo de superarlo. No hay paz
imposible cuando la gente tiene la determinación de lograrla.
La paz requiere que las personas de Israel y Palestina
reconozcan al ser humano que habita en ellos y en el otro y entiendan su
interdependencia.
Los misiles, las bombas y la crudeza del insulto no son parte
de la solución. No hay solución militar.
Es más probable que la solución proceda de esa caja de
herramientas no violentas que desarrollamos en Sudáfrica en los años 80 para
persuadir al gobierno de la necesidad de modificar sus políticas.
La razón de que estas herramientas - el boicot, las
sanciones y la retirada de fondos - resultaran finalmente eficaces fue la
existencia de una masa crítica que las apoyaba, tanto dentro como fuera del
país. La clase de apoyo del que hemos sido testigos a lo largo del mundo en las
últimas semanas en relación con Palestina.
Mi ruego al pueblo de Israel es que vea más allá del
momento, que vea más allá de la rabia de sentirse perennemente asediado, para
ver un mundo en el que Israel y Palestina puedan coexistir - un mundo en el que
reinen la dignidad y el respeto mutuos.
Requiere un cambio de mentalidad. Un cambio de pensamiento
que reconozca que el intento de perpetuar el statu quo actual condena a las
futuras generaciones a la violencia y a la inseguridad. Un cambio de mentalidad
que cese de interpretar la crítica legítima a las políticas de Estado como un
ataque al Judaísmo. Un cambio de mentalidad que empiece en casa y se extienda
por todas las comunidades y naciones y regiones, llegando a la diáspora
diseminada por todo el mundo. El único mundo que compartimos.
Las personas unidas en pos de una causa justa son
imparables. Dios no interfiere en los asuntos de la gente, esperando que
crezcamos y aprendamos resolviendo nuestras dificultades y diferencias por
nosotros mismos. Pero Dios no está dormido. Las escrituras Judías nos dicen que
Dios tiene preferencia por los débiles, los desposeídos, las viudas, los
huérfanos, por el extranjero que libera a los esclavos en el éxodo hacia la
Tierra Prometida. Fue el profeta Amos quien dijo que debemos dejar a la
justicia fluir como un río.
La bondad prevalece al final. La búsqueda de la libertad por
parte del pueblo de Palestino frente a las políticas de Israel es una causa
justa. Es una causa que el pueblo de Israel debe apoyar.
Nelson Mandela pronunció aquella célebre frase donde dijo
que los sudafricanos no se sentirán libres mientras los palestinos no lo sean.
Hubiera podido agregar que la liberación de Palestina
liberará a Israel además."
6 comentarios:
A raíz de las ultimas barbaridades de este último mes en Palestina, querría hoy aprovechar tu entrada para dedicar unas palabras a lo menos obvio. La tragedia del pueblo palestino, que sufre una y otra vez durante las últimas décadas situaciones de violencia explosiva o silenciosas no es causa solo de lo más evidente: La ocupación , la intransigencia y la violencia del Estado de Israel. En Palestina, hay además de un pueblo masacrado durante décadas, además de un pueblo al que se ha arrebatado su tierra para dar asiento al pueblo judío tras la mala conciencia internacional provocada por el holocausto nazi, otros ingredientes y otros actores que influyen en mi opinión a que esa carnicería se perpetúe. Estos actores son conocidos, pero que entre nosotros se silencian interesada y habitualmente.
En las duras condiciones de vida de esos millones de personas vapuleadas una y otra vez , otro elemento a tener en cuenta son las posturas de los dirigentes de los estados árabes que rodean a Israel, tantas veces viviendo y actuando al margen de sus pueblos cuando no en contra del bienestar de sus gentes. Unas élites pendientes de juegos de tronos ,de poder y bienestar propio más que de construir verdaderas democracias y mejorar la vida de sus gentes.
También me parece que el propio pueblo de Palestina a la hora de organizarse y reaccionar ante el maltrato recibido recibe múltiples influencias y recursos no siempre en la línea de facilitar procesos y oportunidades para la convivencia , la justicia y procesos de pacificación y sin ir más lejos tal vez lo más llamativo es la disgregación de quienes pueden representarles fruto de la manipulación informativa y de las inyecciones de ayuda interesada que recibe la población tanto en forma de ayudas militares como de ayudas monetarias y humanitarias “ bastante interesadas”. Estas “élites” en situaciones vitales tan duras son presa fácil para aspectos heroicos pero también para que aparezca todo lo peor de la condición humana, desde la corrupción incontrolada hasta la extrema violencia como forma de solucionar las cosas. Me entristece en este sentido la perspectiva de ciertas posiciones de Hamas que conscientes de que se trata de ganar una batalla no armada (pues son conocedores de su inferioridad), exponen a la población a situaciones muerte para ganar cierta batalla mediática ante la opinión pública mundial. Algunos grupos armados utilizan las instalaciones civiles, sin ningún remordimiento de conciencia y sin evaluar las consecuencias del uso inapropiado de lo civil, incluida la población, como escudo.
Tampoco ayuda que haya un liderazgo palestino tan dividido lo que dificulta que haya interlocuciones sencillas que permitan reiniciar o retomar conversaciones y negociaciones para la paz y la creación de un Estado. Ha habido ocasiones históricas perdidas por los dirigentes palestinos para consolidar situaciones más pacíficas y consolidar un estado palestino que han estado muy dificultados por la intransigencia judía y de los estados árabes de la zona que utilizan a la gente de Palestina como piezas de una partida macabra de ajedrez.
http://blog.desars.ru/
En una situación de fuerza militar tan desigual , la utilización de la violencia para responder a la violencia estructural que impone el Estado de Israel lo único que hace es perpetuar , eternizar el conflicto.
Muy de acuerdo Angel.
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