El astro del balón entra al aeropuerto con sus megacascos, su bolso de viaje y con paso marcando samba. Volviendo a casa tras una manita al rival. Subidón. En la cafetería , un señor de unos cincuenta y tantos le reconoce y le pide la clásica foto juntos. Hecho. Le dió las gracias y a embarcar.
Ya en la cola , el cincuentón volvió a acercarsele y le metió al crack una tarjeta de visita en el bolsillo del traje y pícaro, le susurró al oído "por si necesita algo de mi". Se fué.
Curioso, Dani , le echa una ojeada y lee:
Funeraria El Amparo.
Empresa concesionaria del Tanatorio de Fuencarral.
León Labado.Gerente.
Las piernas del ídolo en tierra , suben temblando la escalerilla del avión.
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