Sinopsis: En una nación africana desgarrada por la guerra, el médico Anton se enfrenta a un flujo constante de tragedia y pérdida. Gran parte de culpa la tiene un sádico señor de la guerra local. De vuelta a casa en Dinamarca, su esposa, Marianne, está preocupada por su hijo mayor, Elías, acosado por el matón de la clase, Sofus. Cuando un chico nuevo llamado Christian llega a clase, él y Elías se unen por un odio mutuo a Sofus. La pérdida de su madre, ha hecho que el carácter de Christian se endurezca, volviéndose violento, en una manifestación rígida y feroz de la masculinidad. A su desconsolado padre, Claus, le está resultando imposible hacer frente a la conducta de Christian. La inestable situación se ve agravada por el retorno a casa de Anton y su encuentro con Elías y Christian condicionado por lo que vivió en África. La dolorosa y peligrosa fisura entre Christian y Claus, y la distancia creciente entre Elías y sus padres distraídos, sólo empeora la situación. Abandonados a resolver sus problemas, Elías y Christian se vuelven aún más inseparables. A medida que sus actos clandestinos de venganza se vuelven más drásticos, la película va alcanzando una intensidad mayor.
Susanne Bier es seguramente, junto a Lars Von Trier, la cineasta danesa más famosa de la actualidad, gracias a películas como Despues de la Boda que vimos aquí hace poco en Ortuella, Hermanos (que ha tenido una secuela homónima en Hollywood, de la mano de Jim Sheridan) o Cosas que perdimos en el fuego, que hizo en Estados Unidos con estrellas como Halle Berry y Benicio del Toro.
Bier es una directora potente, de temas duros que ella sabe tratar con humanidad. Aquí, como en otros títulos suyos anteriores, el tema principal es el de cómo afrontar la violencia cuando ésta nos alcanza, sabiendo que ninguna solución es realmente buena. Los dilemas morales se suceden durante el filme. ¿Debe el padre del niño débil, que ejerce de médico en África, atender a una bestia criminal que despanzurra embarazadas por pura diversión? ¿Cómo debe afrontar la agresión gratuita e injustificada de la típica bestia parda que le humilla ante sus hijos? Graves temas, a los que Bier contesta sin dar respuestas absolutas, sólo ofreciendo perfiles y dejando que el espectador reflexione sobre esos temas. El perdón, la redención, la necesidad de seguir adelante contra toda esperanza, son también otras de las cuestiones que aparecen en el filme, admirablemente tratadas por la cineasta, desde la contención.
"Agradecemos" al área de Cultura Ayuntamiento de Ortuella, que en esta ocasión nos hayamos tenido que pasar personalmente a colocar en la Ortuellako Kultur etxea los carteles de nuestras actividades de esta semana: En Concreto la del Cine y las de la plantación de la Balsa, a pesar de habérselas enviado con anticipación de 15 dias y tener una de ellas incluida en la Agenda Cultural (la otra no debió de parecerles digna de tal honor).
No solo desprecian la labor que llevamos a cabo mes a mes ni siquiera colocando en estos edificios de todos los carteles de las actividades sino que además como las "teles comerciales" contraprograman a la misma hora otros actos.
4 comentarios:
Sinopsis: En una nación africana desgarrada por la guerra, el médico Anton se enfrenta a un flujo constante de tragedia y pérdida. Gran parte de culpa la tiene un sádico señor de la guerra local. De vuelta a casa en Dinamarca, su esposa, Marianne, está preocupada por su hijo mayor, Elías, acosado por el matón de la clase, Sofus.
Cuando un chico nuevo llamado Christian llega a clase, él y Elías se unen por un odio mutuo a Sofus. La pérdida de su madre, ha hecho que el carácter de Christian se endurezca, volviéndose violento, en una manifestación rígida y feroz de la masculinidad. A su desconsolado padre, Claus, le está resultando imposible hacer frente a la conducta de Christian. La inestable situación se ve agravada por el retorno a casa de Anton y su encuentro con Elías y Christian condicionado por lo que vivió en África.
La dolorosa y peligrosa fisura entre Christian y Claus, y la distancia creciente entre Elías y sus padres distraídos, sólo empeora la situación. Abandonados a resolver sus problemas, Elías y Christian se vuelven aún más inseparables. A medida que sus actos clandestinos de venganza se vuelven más drásticos, la película va alcanzando una intensidad mayor.
Susanne Bier es seguramente, junto a Lars Von Trier, la cineasta danesa más famosa de la actualidad, gracias a películas como Despues de la Boda que vimos aquí hace poco en Ortuella, Hermanos (que ha tenido una secuela homónima en Hollywood, de la mano de Jim Sheridan) o Cosas que perdimos en el fuego, que hizo en Estados Unidos con estrellas como Halle Berry y Benicio del Toro.
Bier es una directora potente, de temas duros que ella sabe tratar con humanidad. Aquí, como en otros títulos suyos anteriores, el tema principal es el de cómo afrontar la violencia cuando ésta nos alcanza,
sabiendo que ninguna solución es realmente buena. Los dilemas morales se suceden durante el filme. ¿Debe el padre del niño débil, que ejerce de médico en África, atender a una bestia criminal que despanzurra embarazadas por pura diversión? ¿Cómo debe afrontar la agresión gratuita e injustificada de la típica bestia parda que le humilla ante sus hijos? Graves temas, a los que Bier contesta sin dar respuestas absolutas, sólo ofreciendo perfiles y dejando que el espectador reflexione sobre esos temas. El perdón, la redención, la necesidad de seguir adelante contra toda esperanza, son también otras de las cuestiones que aparecen en el filme, admirablemente tratadas por la cineasta, desde la contención.
¿Es gratis la asistencia?
Si, la entrada es libre, la actividad está patrocinada por el ayuntamiento de Ortuella.
"Agradecemos" al área de Cultura Ayuntamiento de Ortuella, que en esta ocasión nos hayamos tenido que pasar personalmente a colocar en la Ortuellako Kultur etxea los carteles de nuestras actividades de esta semana: En Concreto la del Cine y las de la plantación de la Balsa, a pesar de habérselas enviado con anticipación de 15 dias y tener una de ellas incluida en la Agenda Cultural (la otra no debió de parecerles digna de tal honor).
No solo desprecian la labor que llevamos a cabo mes a mes ni siquiera colocando en estos edificios de todos los carteles de las actividades sino que además como las "teles comerciales" contraprograman a la misma hora otros actos.
Se puede hacer peor, pero no se nos ocurre como.
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