Ella le preguntó: "¿A cuánto estás vendiendo los
huevos?"
El anciano vendedor respondió: "0,10€ cada huevo,
señora".
Ella le dijo: "Cogeré 6 huevos por 0,50€ o me iré".
El anciano vendedor respondió: "Ven y llévalos al
precio que tu quieras". Puede ser que este sea un buen comienzo
porque hoy no he podido vender ni un solo huevo.
Ella tomó los huevos y se fue con un aire de haber ganado el
pulso. Se subió a su coche y se fue con su amiga a un elegante
restaurante donde comieron muy a gusto. Comieron un poco y dejaron mucho
de lo que pidieron. Al pagar la cuenta que era de 180 € le dio al camarero
200€ y le dijeron al dueño del restaurante que se quedara con el cambio.
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