Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-¡Sálvame! En el mercado encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, para librarme, quisiera estar en Ispahán.
-¡Sálvame! En el mercado encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, para librarme, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos y el jardinero emprende el viaje.
Por la tarde, el príncipe se encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Señora, esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa por encontrarmelo de mañana tan lejos de Ispahán cuando debo tomarlo esta noche en esa ciudad.
(Cuento tradicional oriental)
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